Miles de manifestantes desafían la noche y el frío en Mongolia para exigir justicia
Envueltos en varias capas de ropa para resistir a las gélidas temperaturas, miles de manifestantes duermen en las calles de Ulán Bator, la capital de Mongolia, y aseguran que no se irán hasta que se haga justicia en un sonado caso de malversación relacionado con el sector del carbón.
La detención de funcionarios sospechosos de corrupción ha desatado la indignación en este gran país del este asiático, donde el lunes se llevó a cabo un octavo día de protestas, con miles de personas concentradas en el centro de la capital del país.
Muchos manifestantes decidieron pasar la noche en la plaza Gengis Kan, también conocida como plaza Sukhbaatar, a pesar de que las temperaturas llegan con frecuencia por debajo de los -30 grados.
Vestidos con un deel --el atuendo tradicional mongol, parecido a una larga túnica-- de piel de oveja, con chaquetas de piel de lobo y botas de piel de caballo para mantenerse calientes, están decididos a permanecer el tiempo que sea necesario para que se haga justicia.
"Voy a quedarme aquí hasta que castiguen a los ladrones", dice a la AFP una manifestante que lleva cuatro días durmiendo en el lugar y que no quiere identificarse después de que la policía golpeara la semana pasada a los que protestan.
- "Peces gordos" -
Los manifestantes afirman contar con el apoyo de los ciudadanos, que les dieron suministros y palabras de ánimo.
Famosos y personas influyentes en las redes sociales han respondido incluso a los llamamientos a movilizarse.
"Hay mucha gente que se preocupa por nosotros. La gente corriente nos trae bebida, comida (...) y ropa de abrigo", dice a la AFP Ariunzaya Tsengelsaikhan, de 22 años.
"Entras en calor si duermes entre dos personas y te pegas a cada una de ellas. Cada dos horas cambiamos de posición para asegurarnos de que todo el mundo está caliente", explica.
"Hace dos días, después de conceder una entrevista en la televisión estatal, un hombre me dio un saco de dormir y un colchón", dice la manifestante.
Las autoridades prohibieron a los manifestantes instalar tiendas tradicionales mongolas, llamadas ger, en el lado norte de la plaza, donde se encuentran el parlamento y la imponente estatua del héroe nacional Gengis Kan.
"Los perros duermen fuera sobre esterillas de fieltro. El gobierno nos trata como a perros. Dormimos sobre fieltro", dijo un manifestante, que también quiere permanecer en el anonimato. "Queremos construir un ger para mantenernos calientes y continuar nuestra protesta", añade.
El gobierno anunció la detención de Gankhuyag Battulga, ex director general de Erdenes Tavan Tolgoi, una de las mayores empresas mineras de carbón de Mongolia, y de una docena de personas más, acusadas de blanqueo de dinero.
Pero estas detenciones no han apagado la ira de los manifestantes.
"Queremos a los peces gordos", afirma Bayaraa Damiran, de 30 años, que duerme en la plaza Gengis Kan. "Detuvieron a siete u ocho funcionarios de rango inferior pero queremos saber quiénes son los peces gordos de arriba", asegura.
C.Queeney--NG