Un agente de la policía londinense admite decenas de violaciones
Un policía británico de una unidad especial destinada a proteger a parlamentarios y diplomáticos extranjeros admitió el lunes ante un tribunal de Londres múltiples cargos de violación y una serie de otros delitos sexuales a lo largo de casi dos décadas.
Durante una vista judicial, David Carrick, de 48 años, se declaró culpable de cuatro delitos de violación, además de detención ilegal y atentado al pudor contra una mujer de 40 años en 2003.
Carrick ya había admitido en diciembre 43 cargos contra otras 11 mujeres, 20 de ellos por violación, durante un periodo de 16 años hasta septiembre de 2020.
La policía metropolitana de Londres pidió disculpas a sus víctimas tras conocerse que tenía conocimiento de varias acusaciones contra él por violación, violencia doméstica y acoso, pese a lo cual no se le impusieron sanciones penales ni medidas disciplinarias internas hasta su detención en octubre de 2021.
"Hemos fallado y lo lamento. Él nunca debió ser policía", declaró el comisionado de la policía metropolitana Mark Rowley.
La policía londinense ha sufrido duras críticas en los últimos años sobre la conducta de sus agentes, especialmente desde el secuestro, violación y asesinato de la joven ejecutiva Sarah Everard en el sur de Londres en marzo de 2021 por el agente Wayne Couzens, que también trabajaba en la brigada de protección diplomática.
La policía "falló en dos aspectos", admitió Rowley.
"Debió (...) conectar los puntos en esta repetida misoginia a lo largo de dos décadas", y "debió haber estado más decidida a erradicar un este misógino", precisó.
El organismo de control policial está revisando cómo manejó la policía el caso Carrick y además investiga otras posibles conductas inadecuadas de otros policías.
Ello incluye más de 1.600 casos de supuestas ofensas sexuales o violencia doméstica, indicó la policía.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, se declaró el lunes "asqueado y horrorizado" por los delitos de Carrick.
Según los investigadores, el agente conoció a algunas de sus víctimas a través de aplicaciones de citas y eventos sociales y utilizó su posición como policía para ganarse su confianza.
"Es increíble pensar que estos delitos hayan podido ser cometidos por un agente de policía activo", declaró el detective inspector jefe Iain Moor.
Describiendo a Carrick como un "prolífico delincuente sexual en serie" que "destrozó" sus vidas y mermado la confianza en la policía, la subcomisaria de la policía londinense, Barbara Gray, alabó la valentía de las mujeres que denunciaron las agresiones.
Gray precisó que el caso fue remitido al organismo de control interno de Scotland Yard para investigar por qué no se actuó antes.
Carrick será sentenciado en febrero.
O.F.MacGillivray--NG