La policía atribuye a fallos de seguridad el incendio mortal en una planta de baterías surcoreana
La policía surcoreana atribuyó el viernes a "graves" fallos de seguridad el incendio mortal ocurrido en junio en una planta de baterías de Corea del Sur que, según los investigadores, se fijó objetivos de producción desmedidos.
El fuego en la fábrica de baterías de litio Aricell provocó la muerte de 23 personas, en su mayoría trabajadores chinos, en uno de los peores accidentes industriales del país en años.
Según la policía, la empresa, proveedora del ejército surcoreano, estaba produciendo por encima de su capacidad para cumplir con los pedidos de junio y compensar también la retirada de unos lotes defectuosos de abril.
La compañía intentaba producir 5.000 baterías diarias y "empezó una fabricación excesiva", dijo la policía.
"Para alcanzar este objetivo Aricell contrató un amplio número de trabajadores no cualificados y, como resultado de ellos, la proporción de piezas defectuosas aumentó considerablemente", dijo Kim Jong Min, de la agencia provincial de policía, a la AFP.
La empresa había descubierto un mes antes algunas baterías defectuosas que generaban calor, pero nos las separó adecuadamente para una inspección posterior, sino que las almacenó como si no presentaran fallos.
La policía también señaló que la empresa no cumplió con las normativas de seguridad laboral en el recinto, que no dispondía de suficientes salidas de emergencia, y no había instruido en la materia a los empleados que no hablaban coreano.
"Debido a estos gruesos errores, la mayoría de los trabajadores fueron encontrados en el lado contrario a la salida de emergencia, aunque dispusieron de 37 segundos durante los que podrían haber evacuado el lugar tras la explosión inicial", dijo Kim.
La policía emitió órdenes de arresto contra tres responsables de la empresa, incluido el director ejecutivo, su hijo y el director general, por violar la normativa de seguridad laboral y negligencia que resultaron en muerte.
Y.Urquhart--NG