

EEUU propone a la disidente cubana Rosa María Payá para integrar la CIDH
Estados Unidos anunció que nominó a la disidente cubana Rosa María Payá como candidata para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en las elecciones que se celebrarán durante la asamblea general de la OEA en junio.
El Departamento de Estado la describe en un comunicado como "una defensora de la democracia, líder de derechos humanos y experta en política latinoamericana de prestigio internacional".
"Hija del fallecido Oswaldo Payá, ganador del premio Sájarov y asesinado por el régimen cubano, Rosa María ha continuado su legado en favor de la libertad con una determinación inigualable", añade Washington sobre la directora de la Fundación para la Democracia Panamericana.
Como fundadora de Cuba Decide, su hija encabeza un "movimiento prodemocracia" para "exigir un cambio político mediante un plebiscito vinculante" en la isla, añade el comunicado.
En la red social X, Rosa María Payá dijo estar "profundamente agradecida" al gobierno estadounidense y a su jefe de la diplomacia Marco Rubio por la nominación.
Rubio es un halcón opuesto al gobierno castrista de Cuba, que no participa en la OEA desde 1962.
"Mi padre dio su vida por la libertad y la democracia, con la convicción de que los derechos van más allá de las fronteras de la política, la raza o la cultura. Como él, yo también creo en la universalidad del sistema interamericano de derechos humanos y estoy lista para servir en la @CIDH", añadió la disidente.
La CIDH, un ente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), "es un pilar de nuestra política de derechos humanos en la región", afirma el gobierno del presidente Donald Trump.
Desde hace 65 años supervisa las obligaciones de los Estados miembros en materia de derechos humanos. Sus siete comisionados son elegidos a título personal.
Payá, ganador en 2002 del premio Sajarov de derechos humanos del Parlamento Europeo y líder político, y el disidente Harold Cepero murieron en 2012 cuando viajaban en un automóvil a la altura de Bayamo, a unos 650 kilómetros al este de La Habana, acompañados por un político conservador sueco, Jens Aron Modig, y por el español Ángel Carromero, al volante del vehículo.
Carromero, dirigente de las juventudes del conservador Partido Popular, sobrevivió, fue procesado por homicidio imprudente por exceso de velocidad y condenado, pero él asegura que ese día los embistió un vehículo de los servicios secretos cubanos.
En 2023 un informe de la CIDH concluyó que "agentes estatales" de Cuba participaron en la muerte de los dos disidentes cubanos.
N.Handrahan--NG