

Posponen la audiencia de los hermanos Menéndez en California
La cruzada legal de Lyle y Erik Menéndez enfrentó un nuevo obstáculo este jueves, cuando la audiencia para reconsiderar su sentencia a prisión perpetua por el homicidio de sus padres fue pospuesta en un tribunal de Los Ángeles.
Los hermanos, presos desde hace más de tres décadas por el asesinato de José y Kitty Hernández en su mansión de Beverly Hills en 1989, buscan la revisión de su condena para intentar salir en libertad condicional.
Pero la audiencia prevista este jueves para tal finalidad fue pospuesta tras una nueva moción de la Fiscalía de Los Ángeles, que se opone a que los hombres salgan de prisión.
El fiscal Nathan Hochman introdujo la noche del miércoles un pedido para atrasar la audiencia hasta tener una evaluación del riesgo que constituiría la reincorporación de los Menéndez a la sociedad.
Mark Geragos, abogado de Lyle y Erik, acusa a Hochman de estar parcializado, y anunció este jueves que presentará una moción para que Hochman se recuse del caso.
"La familia no quiere continuar con esta charada con el Fiscal de Distrito", dijo Geragos a la salida del procedimiento judicial.
"En este caso, él ha tomado una posición que a veces no es sustentada por la ley", prosiguió Geragos.
El juez Michael Jesic convocó a una nueva audiencia el 9 de mayo para evaluar si el reporte de riesgo es necesario para examinar la sentencia de los hermanos.
Este informe de riesgo está en manos de la junta que analiza los casos de libertad condicional, a pedido del gobernador de California, Gavin Newsom, y debe estar listo para mediados de junio.
Newsom solicitó la evaluación luego de que la defensa de los Menéndez, en otro intento por recobrar la libertad, formalizaran un pedido de clemencia ante su despacho.
El gobernador informó al juez Jesic sobre el avance del reporte y lo puso a su disposición, de acuerdo con el diario Los Angeles Times.
Lyle, de 57 años, y Erik, de 54, emprendieron esta nueva campaña legal por su libertad el año pasado, a medida que su caso ganaba un nuevo aire gracias a un documental y una miniserie de Netflix.
El sangriento asesinato del poderoso empresario musical de origen cubano y de su esposa estremeció a Estados Unidos en 1989.
Al doble homicidio, que los hermanos inicialmente achacaron a la mafia, le siguió un juicio mediático que puso a los Menéndez en el centro de la opinión pública.
Su defensa afirmó que habrían cometido el parricidio en defensa propia, tras años de abuso psicológico y sexual a manos de un padre violento y una madre negligente.
Pero la Fiscalía los acusó de planear el golpe para hacerse con una herencia valorada en 14 millones de dólares.
Un primer jurado no consiguió alcanzar un veredicto unánime, pero en un segundo juicio fueron sentenciados a cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional.
Pero el fiscal Hochman argumenta que los Menéndez no han asumido la responsabilidad del crimen, y que no hay elementos suplementarios que sustenten un cambio en la sentencia.
A.Kenneally--NG