Familiares de víctimas de ola de apuñalamientos en Canadá piden respuestas
Familiares de las víctimas de una ola de apuñalamientos en el oeste de Canadá hablaron el miércoles sobre su "pesadilla" y pidieron respuestas a las autoridades, que siguen buscando a un sospechoso aún fugitivo y sin motivo conocido para los ataques.
El ataque ocurrido el domingo en la comunidad indígena James Smith Cree Nation y en la localidad de Weldon, en la provincia de Saskatchewan, dejó 10 muertos y 18 heridos.
Tres días después, Mark Arcand dijo que los asesinatos que se cobraron la vida de su hermana Bonnie Burns, de 48 años, y su hijo Gregory Burns, de 28, fueron un "acto horrible y sin sentido".
"Estamos destrozados", declaró en una rueda de prensa. "Todavía se siente como una pesadilla. No se siente real".
"¿Cómo le pasó esto a nuestra familia? ¿Por qué pasó? No tenemos respuestas", afirmó. "Solo sabemos que nuestros familiares fueron asesinados en su propia casa, en su patio".
Arcland narró cómo su hermana había salido rápidamente de su casa para ayudar a su hijo, que estaba desangrándose en la entrada de su casa después de ser apuñalado repetidas veces.
"Fue apuñalada dos veces y murió junto a él", relató. "Estaba tratando de proteger a su hijo".
Una vecina corrió para intentar detener a los atacantes, pero también la mataron a cuchilladas, agregó.
Dijo que su familia y la comunidad tienen "una empinada colina que escalar, y la vamos a escalar juntos, unidos".
- Un sospechoso muerto -
La persecución de dos hermanos que se cree que son los responsables de la matanza se ha extendido por la vasta región de las praderas de Canadá. El lunes apareció el cadáver de uno de ellos, Damien Sanderson, de 31 años, en un campo en la comunidad Cree.
Las autoridades dijeron que probablemente fue asesinado por su hermano, Myles Sanderson, de 32 años, quien sigue prófugo. Myles Sanderson también es buscado por violar la libertad condicional en mayo después de cumplir parte de una sentencia por asalto y robo.
La comunidad indígena James Smith Cree Nation se recluyó brevemente el martes por la noche después después de que informes de un posible avistamiento de Sanderson provocaron un amplio despliegue policial. Pero las autoridades dijeron luego que no se encontraba en la reserva indígena y que la búsqueda continuaba.
"Se desconoce su paradero, instamos al público a tomar las precauciones adecuadas", señaló la policía en una alerta.
En la capital de la provincia de Saskatchewan, Regina, 300 kilómetros al sur, el jefe de policía Evan Bray dijo que informes anteriores sobre que Sanderson estaba escondido en la ciudad no estaban confirmados.
"Las investigaciones continúan", dijo Bray. "Estamos buscando no solo en la ciudad de Regina, sino también en toda la provincia".
El servicio forense de Saskatchewan publicó los nombres de los fallecidos: seis hombres y cuatro mujeres de entre 23 y 78 años. Todos menos uno eran miembros de la comunidad Cree. El otro era un viudo que vivía con su nieto en Weldon.
Los heridos en el ataque fueron 17 adultos y un adolescente, dijo la policía federal canadiense.
- "Era una zona de guerra" -
Varias vigilias estaban programadas para el miércoles por la noche.
Varios de los fallecidos ya habían sido identificados por familiares y amigos en las redes sociales. Entre ellos había un veterano de guerra, un experto en adicciones y una madre de dos hijos que trabajaba como guardia de seguridad en un casino local.
Michael Brett Burns dijo en Facebook que perdió a muchos familiares en la matanza y contó que había "cuerpos por todas partes", "algunos fallecidos y muchos otros con graves heridas de arma blanca y sangrado".
"Era una zona de guerra. La mirada en sus ojos no podía expresar el dolor y el sufrimiento de los que fueron agredidos", afirmó.
Dillon Burns dijo en otra publicación que su madre Gloria murió "protegiendo a un joven mientras lo atacaban", y agregó que "ella habría hecho lo mismo por cualquiera de nosotros (incluso) por el hombre que le había quitado la vida".
A Gloria la encontraron "acostada en la entrada de su casa" con otras dos personas, dijo su hermano Ivor Burns a las emisoras locales.
"Fueron masacrados", subrayó.
Las autoridades creen que algunas de las víctimas estaban en la mira de los sospechosos y otras fueron atacadas de forma aleatoria.
Diez personas seguían hospitalizadas tras la tragedia, incluidas tres en estado crítico, según las autoridades sanitarias de Saskatchewan. Otras siete víctimas fueron dados de alta.
L.Boyle--NG