El avión accidentado en el que murió el futbolista argentino Emiliano Sala "parecía "peligroso", según el piloto
El estado del avión en el que murió el futbolista argentino Emiliano Sala, que se estrelló en el Canal de la Mancha a principios de 2019, había preocupado antes del despegue a su piloto, que lo describió como "peligroso" en un mensaje de voz dejado a un amigo.
El piloto David Ibbotson, de 59 años, había recibido el encargo de transportar al jugador de 28 años, para que dijera adiós a sus antiguos compañeros del FC Nantes antes de unirse a Cardiff, donde acababa de ser transferido por 17 millones de euros.
En un mensaje de voz dejado a un amigo piloto, que la BBC obtuvo y transmitió en un podcast dedicado al caso, Ibbotson emite dudas sobre la seguridad del aparato, después del vuelo entre Cardiff y Nantes.
"Fui a buscar a un futbolista a Cardiff (...) Me encargaron la tarea de recogerlo en un (avión) peligroso", había confiado Ibbotson a su amigo Kevin Jones, la víspera del accidente. "Normalmente tengo mi chaleco salvavidas entre los asientos, pero mañana lo usaré, eso es seguro".
Lo que es más inquietante, es que Ibbotson, que en realidad no estaba cualificado para pilotar el avión, explica que oyó "una detonación" en el avión en pleno vuelo, durante ese trayecto de ida.
"Estaba volando y luego +boom+", le dijo a su amigo: "Me dije: +¿Qué está mal?+ Así que revisé mis parámetros, todo estaba bien y seguía volando, pero me llamó la atención. Este avión debe volver al hangar", concluyó el piloto, después de darse cuenta de que el pedal de freno izquierdo no funcionaba cuando aterrizó en Nantes Atlantique.
Según el informe final de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos del Reino Unido, publicado en marzo de 2020, el piloto, cuyo cuerpo nunca fue encontrado, fue "probablemente" intoxicado con monóxido de carbono por el sistema de escape del motor.
Habría perdido el control del avión durante una maniobra realizada a una velocidad demasiado elevada antes de que el avión se hundiera en el mar a una velocidad de 270 millas por hora (435 km/h), sin ninguna esperanza de supervivencia.
El cuerpo del jugador, cuya desaparición había conmovido al mundo del fútbol, fue encontrado en la carcasa de la nave más de dos semanas después del accidente, a 67 metros de profundidad.
David Henderson, de 67 años, que había organizado el vuelo, fue condenado a mediados de noviembre a 18 meses de prisión por haber contratado a un piloto que sabía que no estaba cualificado y haber transportado a un pasajero sin autorización válida.
D.R.Megahan--NG