Un muerto tras disparos de las fuerzas de seguridad de Irán contra manifestantes
Las fuerzas de seguridad iraníes dispararon mortalmente contra un joven durante protestas este jueves por la muerte de Mahsa Amini, al día siguiente de importantes conmemoraciones para marcar los 40 días desde su fallecimiento bajo custodia policial.
"Un joven kurdo murió por fuego directo de las fuerzas de seguridad iraníes" en la ciudad occidental de Mahabad, indicó en Twitter el grupo de derechos humanos Hengaw.
"Este joven recibió un disparo en la frente", afirmó la oenegé con sede en Noruega.
Amini, una joven kurda iraní de 22 años, murió el 16 de diciembre, tres días después de haber sido detenida en Teherán por la policía de la moral, por supuestamente no atenerse al estricto código de vestimenta de la República Islámica.
Su muerte ha desencadenado la mayor ola de protestas en Irán en años, lideradas por mujeres jóvenes que desafían a las fuerzas de seguridad quemando sus velos.
Casi seis semanas después de la muerte de Amini, la movilización, alimentada por la indignación pública tras la represión que se ha cobrado la vida de otras mujeres jóvenes y niñas, no muestra signos de debilitarse.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, afirmó que los "disturbios" provocados por la muerte de Mahsa Amini allanan el camino a ataques "terroristas".
Sus declaraciones llegan después de que el miércoles se produjera un atentado en la ciudad sureña de Shiraz, que dejó al menos 15 muertos.
Con su declaración, el ultraconservador mandatario iraní parecía vincular las dos tragedias.
"La intención del enemigo es interrumpir el progreso del país, y estos disturbios allanan el camino a actos terroristas", dijo en declaraciones retransmitidas por televisión.
- Manifestaciones en varias ciudades -
A pesar de fuertes medidas de seguridad, miles de personas acudieron el miércoles a la ciudad natal de Amini, Saqqez, en la provincia del Kurdistán, para rendirle homenaje en su tumba al final del periodo de luto tradicional en Irán.
Los asistentes entonaron cánticos en el cementerio de Aichi, a las afueras de Saqqez, antes de que muchos se dirigieran a la oficina del gobernador en el centro de la ciudad.
Según Hengaw, las fuerzas de seguridad dispararon gas lacrimógeno y abrieron fuego contra personas en la plaza Zindan en Saqqez. La oenegé no especificó si había muertos o heridos.
Al caer la noche, las fuerzas de seguridad dispararon contra manifestantes en Marivan, provincia del Kurdistán, según un video publicado por Hengaw.
No muy lejos, en la ciudad de Bukan, ardían hogueras en las calles y los manifestantes coreaban "¡Muerte al dictador!", indicó la misma fuente.
Los manifestantes también rodearon una base de la milicia Basij en Sanandaj, una ciudad conflictiva de la provincia del Kurdistán, provocando incendios y haciendo retroceder a las fuerzas de seguridad, añadió Hengaw.
Hubo escenas similares en la ciudad de Ilam, cerca de la frontera occidental de Irán con Irak.
La agencia de noticias iraní ISNA dijo que se había cortado internet en Saqqez por "razones de seguridad", y que casi 10.000 personas se habían congregado en la ciudad.
Sin embargo, en los videos en línea se puede ver a miles más dirigiéndose al cementerio en vehículos, motos y a pie, a través de los campos e incluso cruzando un río.
Aplaudiendo, gritando y haciendo sonar las bocinas de los vehículos, los manifestantes abarrotaron la carretera que une Saqqez con el cementerio, a ocho kilómetros de distancia, en imágenes que Hengaw dijo haber verificado.
- Represión brutal -
Según ISNA, tras regresar del cementerio, algunos de los manifestantes tenían "la intención de atacar una base del ejército", pero fueron dispersados por otros participantes.
Un puesto de control de la policía fue incendiado y se produjeron incendios junto a un puente en el barrio de Qavakh, en Saqqez, según un video verificado.
La represión de las protestas en todo Irán ha dejado al menos 141 muertos, entre ellos niños, según un balance actualizado de la oenegé Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
También ha habido una campaña de arrestos masivos de manifestantes y sus simpatizantes, incluyendo profesores universitarios, periodistas y celebridades.
Según Amnistía Internacional, 23 niños han muerto en la represión de las protestas, 29, según IHR.
O.F.MacGillivray--NG