Una cumbre de la UE busca la defensa unificada de su industria ante la crisis energética
Los líderes de los países de la Unión Europea (UE) realizan este jueves una cumbre para definir una respuesta común a la apremiante crisis energética que afecta a la industria del bloque, y una reacción a la disputa con Estados Unidos por subsidios.
La presidenta de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, advirtió el miércoles que el modelo energético imperante hasta muy recientemente en el bloque es cosa del pasado.
"El suministro de energía barata por parte de Rusia era parte de un modelo comercial para muchas industrias europeas. Ese modelo se despedazó con el ataque de Rusia a Ucrania", destacó la funcionaria alemana, para añadir que "ya no volverá".
Los líderes nacionales y las instituciones de la UE se encuentran bajo una fuerte presión para definir una postura unificada a la crisis energética, y el tiempo apremia.
A raíz de las sanciones europeas por la guerra en Ucrania, las entregas rusas de gas vía gasoductos a la UE se han reducido en un 80%.
Ante ese escenario, el bloque asegura que garantiza el suministro para este invierno, por las importaciones de gas licuado, pero los precios se han disparado al punto que amenazar la calefacción de hogares y hasta el funcionamientos de sectores industriales.
El cuadro, para la UE, se ve agravado por el gigantesco plan adoptado por Estados Unidos y que incluye inversiones por unos 370.000 millones de dólares para enfrentar el cambio climático.
El plan, sin embargo, contempla ayudas excepcionales a empresas estadounidenses, perspectiva que para la UE socava de manera dramática la competitividad de firmas europeas, que además enfrentan elevados precios de energía.
- Responder a plan estadounidense -
En la visión de Von der Leyen, ese plan estadounidense "puede conducir a una competencia desleal", y por ello los países de la UE deben reflexionar sobre su apoyo a las empresas, uno de los temas de la agenda de la cumbre de este jueves.
Al llegar este jueves a la cumbre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, apuntó que la UE debía avanzar "más rápido" en una respuesta al plan estadounidense para "mantener lo que podemos llamar una "competencia justa".
Ello implica "avanzar más rápido, simplificar nuestras reglas y tener una respuesta macroeconómica y un nivel de ayudas (...) que permita responder en forma equivalente a o que han hecho los estadounidenses".
No obstante, los europeos buscan evitar tensiones con un aliado como Estados Unidos en momentos en que el bloque debe administrar una crisis energética y un conflicto armado en sus fronteras exteriores.
La comisaria europea para la Competencia, Margrethe Vestager, dijo al Parlamento Europeo que "ya tenemos una guerra en Europa. Lo que menos necesitamos ahora es tener además una guerra comercial".
En una carta a los líderes de la UE, Von der Leyen sugirió que la UE avance con un plan propio para contrarrestar el impacto de la iniciativa estadounidense.
Por ejemplo, sugirió a corto plazo una flexibilización del marco de ayudas estatales para animar a las empresas a seguir invirtiendo en Europa y un refuerzo del plan europeo RePowerEU, sobre energías renovables, y liberarse de los hidrocarburos rusos.
En esta cumbre los líderes de la UE también se proponen analizar la consecuencias en Europa de la guerra en Ucrania, que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que era "el centro de nuestras preocupaciones".
En ese aspecto, los mandatarios pretenden adoptar una firme condena de la más reciente escalada de Rusia contra la infraestructura civil -en particular, la energética- en Ucrania.
En su reunión los dirigentes deberían también discutir formas de aumentar la presión sobre Rusia, después de las sanciones ya adoptadas.
T.McGilberry--NG