Sindicatos franceses preparan la batalla contra la reforma de las pensiones
Trabajadores estatales, petroleros o del sector de transportes... El rechazo a la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron se organiza en Francia, a una semana de la primera jornada de huelga.
El gobierno quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años y la huelga del 19 de enero representa una prueba de fuego para su plan y para los sindicatos, que, por primera vez en 12 años, se movilizan unidos en contra.
"Existe el derecho a huelga, existe el derecho a manifestar", pero "también es importante no penalizar a los franceses", les urgió este jueves la primera ministra, Élisabeth Borne, defendiendo de nuevo una reforma "necesaria".
El llamado no es baladí. El primer proyecto de reforma de Macron, que la crisis sanitaria del covid-19 le obligó a apartar, generó semanas de parálisis en el transporte público a fines de 2019 e inicios de 2020.
Los sindicatos de las grandes empresas de transporte, como la ferroviaria SNCF y la red de metro, autobuses y trenes de la región de París RATP, llamaron el miércoles a llevar a cabo una "potente huelga".
A estos se sumó este jueves el sindicato CGT del sector petrolero que llamó a la huelga el próximo jueves, pero también el 26 de enero y 6 de febrero, advirtiendo que paralizarán las refinerías "si fuera necesario".
En octubre, un movimiento de protesta durante casi un mes en refinerías y depósitos, iniciado el 27 de septiembre por la CGT, provocó grandes dificultades de suministro de combustible y obligó al gobierno a requisar personal.
Más allá del retraso de la edad de jubilación, la protesta afecta a otros puntos del plan como la exigencia de 43 años de cotización para cobrar una pensión completa a partir de 2027 o la supresión de los regímenes especiales.
Los funcionarios se preparan también para el paro. "La movilización de los agentes del ministerio de Relaciones Exteriores ilustra la exasperación más general de la sociedad francesa", indicó un diplomático a AFP.
- "Mucha ira" -
A pesar que una mayoría de franceses se dice opuesto a la reforma --un 59%, según un sondeo Elabe difundido el miércoles por la cadena BFMTV--, el portavoz del gobierno, Olivier Véran, descartó "una movilización masiva".
"Creo que Olivier Véran no tiene los buenos captores en el mundo del trabajo", le respondió en la radio France Culture el líder del primer sindicato francés, CFDT, Laurent Berger, advirtiendo que la reforma "provoca mucha ira".
El retraso de la edad de jubilación era una de las promesas de campaña que llevaron a la reelección en abril de Emmanuel Macron, frente a la ultraderechista Marine Le Pen, por 58,55% de votos frente a 41,45%.
Su victoria se produjo, según los observadores, en parte gracias al voto para frenar a Le Pen. La protesta social de los "chalecos amarillos" marcó su primer mandato e impulsó su imagen de "presidente de los ricos".
En junio, la alianza centrista de Macron perdió su mayoría absoluta en la Asamblea (cámara baja), por lo que su primera ministra busca en paralelo el apoyo del partido Los Republicanos (LR, derecha) para aprobar la reforma.
Tras reunirse con Borne, su líder, Éric Ciotti, calificó este jueves de "éxito" las garantías obtenidas para aumentar las pensiones más bajas a casi 1.200 euros (1.295 dólares) mensuales para los actuales y futuros pensionistas.
La extrema derecha y el frente de izquierdas Nupes anunciaron que se opondrán a la reforma. El partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI) convocó una manifestación el 21 de enero, al igual que agrupaciones juveniles.
La edad de jubilación en la segunda economía de la Unión Europea (UE) es una de las más bajas de Europa y, de salir adelante la reforma, Francia se acercaría a los 67 años adoptados o en vigor en Alemania o Italia.
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N.Handrahan--NG