Niños heridos y en pánico tras el accidente de helicóptero en un parvulario ucraniano
Cuatro hombres llevan un cadáver sobre una camilla, envuelto en una bolsa, a dos pasos de un parque de juegos para niños en Brovary, donde el helicóptero del ministro del Interior se estrelló contra un parvulario el miércoles.
La tragedia, que causó al menos catorce muertos -entre ellos el ministro Denis Monastirski- se produjo poco después de las ocho de la mañana.
El artefacto impactó en el edificio, matando a un niño e hiriendo al menos a otros 11 en esta ciudad de unos 100.000 habitantes al este de Kiev.
"Los niños tenían heridas. Sus rostros estaban lacerados y cubiertos de sangre. Sacamos a una niña herida. La envolví en una chaqueta", testimonia Dmytro Serbine, que vive justo al lado del lugar del accidente.
"Probablemente no entendía lo que estaba pasando. No temblaba, no lloraba. La sostuve en mis brazos", prosigue ante AFP.
En el lugar del accidente, los escombros son visibles cerca de edificios de departamentos.
Dmytro Serbine recuerda perfectamente el momento del accidente. "Oí un zumbido y me giré para mirar por la ventana. Pensé que era un dron. Vi llamas", cuenta este hombre, que fue uno de los primeros en prestar ayuda.
"Salí corriendo inmediatamente y salté la cerca. Rompí ventanas y puertas. Dos policías y otro hombre estaban conmigo. Comenzamos a evacuar a los niños de la guardería. Mi esposa trajo a algunos a casa. Buscaban a sus padres, lloraban", prosigue.
- Un estruendo y luego gritos -
"Escuché un zumbido y luego un estruendo", testimonia Glib Kassyan, que se encontraba en casa de un amigo y que al principio no prestó atención a la explosión, en un contexto de guerra y bombardeos rusos periódicos.
"Luego oí gritos, y vi niños corriendo por la cerca. Empecé a ayudarlos, a brindales los primeros auxilios. Había muchos", recuerda.
"Un niño tenía una quemadura en la cabeza. Otra niña tenía cortes y contusiones sangrientas. Tratamos las heridas con agua oxigenada, les pusimos vendajes, le dimos caramelos y los pusimos delante de un dibujo animado", explica Kasyan.
Más tarde los niños se reunieron con sus padres. Glib afirma no haber visto heridos graves entre ellos. "La mayoría tenía moretones y cortes", precisa.
Anna, madre de la pequeña Viktoria, de tres años y medio, está conmocionada. Su hija es una superviviente del jardín de infancia.
"Lo importante es que nuestra hija sigue viva. Gracias a Dios, se siente bien. Está ilesa", detalla a AFP.
"Huimos de una catástrofe y terminamos en otra. No podíamos vivir allí y, aquí, el jardín de infancia está destruido", constata.
El accidente, cuyas circunstancias serán objeto de una investigación, provocó, entre otras cosas, la muerte del ministro del Interior, de su adjunto Yevgueni Yenin y del Secretario de Estado del Interior, Yuri Lubóvish.
Ch.Hutcheson--NG