Egipto vende activos estatales a países del Golfo para financiarse
Egipto sufre una escasez de dólares, pese a un préstamo de 3.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), y busca generar ingresos vendiendo sus activos estatales a ricos países del Golfo.
Los expertos afirman que estos negocios ofrecen ganancias para ambas partes, pero a diferencia de las antiguas ayudas casi incondicionales, estos nuevos tratos requieren reformas.
Egipto espera un aumento de ingresos que inyecte a sus arcas lo que el FMI estimó como "un déficit de financiación de cerca de 17.000 millones de dólares en los próximos cuatro años".
Para países como Kuwait, Catar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos -que buscan diversificar sus economías del petróleo y el gas- esto ofrece una vía rápida para hacerse con activos, tierras y participaciones en empresas estatales en este país del Norte de África.
"Las inversiones de países del Golfo en Egipto el año pasado ayudaron a aliviar algunos de los problemas de financiamiento inmediato que aquejaban a Egipto, antes de asegurar los fondos del FMI", explicó James Swanston, un economista experto en mercados emergentes en Capital Economics, con sede en Londres.
"Al mismo tiempo, ha permitido a los Estados del Golfo mantener una esfera de influencia en la región", dijo.
Para los países del Golfo, la profunda devaluación de la moneda egipcia y los incentivos ofrecidos por el presidente, Abdel Fatah al Sisi, hacen que la inversión sea muy atractiva.
Pero los aliados de Sisi en Golfo - que le dieron el apoyo necesario para derrocar al presidente Mohamed Morsi en 2013 - se cansaron de firmar cheques en blanco y ahora piden reformas económicas y una mayor transparencia.
- Una ola de compras en el Golfo -
En cerca de un año, la libra egipcia ha perdido la mitad de su valor, lo que implica que la inflación de los productos importados fue 26,5% en enero.
De los 34.200 millones de dólares que tenía Egipto en reservas extranjeras, una cifra que cayó un 20% con respecto al nivel de febrero de 2022, cerca de 28.000 millones están depositados en bancos en los ricos países aliados del Golfo.
La deuda externa casi se ha triplicado en una década a 155.000 millones de dólares.
"Un país como Egipto necesita un presupuesto de un billón de dólares cada año. ¿Tenemos ese dinero? No", dijo Sisi en la Cumbre Mundial de Gobiernos celebrada en Dubái esta semana, una cita en la que destacó la importancia de "tener ayuda de amigos, de los Emiratos, Arabia Saudita y Kuwait".
Pero los días de ayudas incondicionales se acabaron, advirtió el ministro saudita de Finanzas, Mohamed al Jaadan.
"Antes concedíamos ayudas directas y depósitos sin condiciones y eso está cambiando", afirmó Jaadan en el foro de Davos, en Suiza, en enero, explicando que el reino saudita va a exigir "ver reformas".
Como parte del acuerdo del crédito del FMI, Egipto prometió privatizar activos estatales clave con el objetivo de aumentar el porcentaje que ocupa el sector privado en la economía de 30% a 65% para 2025.
Y las naciones del Golfo se lanzaron gustosos.
En 2022, se cerraron 66 fusiones y compras en Egipto, más del doble de las transacciones de 2021, según estimaciones de diciembre del medio local especializado en empresas Enterprise.
- Papel de militares en la economía -
Con participaciones en 40 negocios empresariales, las empresas emiratíes y sauditas realizaron el grueso de las transacciones.
El fondo soberano de Abu Dhabi (ADQ) y el Fondo Público de Inversiones de Arabia Saudita "gastaron cerca de 3.100 millones de dólares para comprar participaciones minoritarias significativas" en algunas de las empresas más "fuertes", escribió Enterprise en diciembre.
Se hicieron con títulos clave en las dos empresas de fertilizantes más grandes del país y, por ejemplo, (ADQ) es el mayor accionista privado en el Banco Comercial e Internacional (CIB) de Egipto.
El fondo saudita posee 25% de la empresa estatal de pagos digitales eFinance y está negociando la compra de la entidad United Bank of Egypt.
Para alentar que haya más negocios, Egipto está reduciendo su conocida burocracia y este mes el primer ministro Mostafa Madbouli anunció la venta de participaciones en 32 compañías públicas.
Pero, la gran mayoría de activos del poderoso sector militar de Egipto, que ha jugado un rol clave pero oculto en la economía durante décadas, sigue fuera de estos tratos, dijo Yezid Sayigh, experto de centro de estudios estadounidense Carnegie Middle East Center.
Las empresas en manos de los militares son "tan opacas desde el punto de vista financiero que no pueden salir al mercado", afirmó Sayigh.
A.C.Netterville--NG