Nottingham Guardian - Las presas de la cárcel iraní de Evin no se rinden

Las presas de la cárcel iraní de Evin no se rinden
Las presas de la cárcel iraní de Evin no se rinden / Foto: Koosha Mahshid Falahi - Mizan/AFP/Archivos

Las presas de la cárcel iraní de Evin no se rinden

"Escuchen bien: ¡uno, dos y tres!", gritan unas detenidas de la prisión de Evin en Teherán antes de empezar a cantar la canción italiana "Bella ciao" en farsi, grabada por la hija de una de ellas al otro lado del teléfono.

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"¡Una para todas y todas para una!", lanzan entre risas y aplausos, en un acto de desafío a la autoridad y de respaldo al movimiento de protestas en Irán.

El extracto sonoro de esta conversación telefónica es de enero.

Ha sido difundido en redes sociales por la hija de una de las presas y se ha convertido en símbolo de la valentía de las mujeres detenidas en esta prisión de Teherán, tristemente célebre por sus malas condiciones, y de su voluntad de seguir su movimiento contestatario.

Varias de ellas llevan detenidas varios años, como la militante ecologista Nilufar Bayani arrestada en 2018. Otras han pasado la última década de su vida alternando periodos de cárcel con periodos de libertad.

Algunas fueron encarceladas mucho antes del movimiento de protesta desencadenado por el deceso el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una joven kurda iraní, tras haber sido detenida en la capital por la policía de la moral por no respetar el código de vestimenta que impone el uso del velo.

- Liberaciones "mediáticas" -

El número de presas en Evin no deja de crecer desde la represión contra estas protestas.

Algunas fueron liberadas en las últimas semanas, como Alieh Motalebzadeh, periodista y defensora de los derechos de las mujeres, cuya hija publicó el audio del "Bella ciao".

Teherán anunció poco antes un indulto para "un número importante" de condenados.

Pero los defensores de los derechos humanos consideraron esta medida como un "golpe mediático".

Numerosas militantes célebres siguen entre rejas, como las militantes por los derechos humanos Narges Mohammadi y la germano-iraní Nahid Taghavi, las defensoras ecologistas Sepideh Kashani y Niloufar Bayani o la activista por los derechos laborales Sepideh Gholian.

Estas mujeres siguen privadas de libertad porque la República Islámica "tiembla ante su palabra", dice a la AFP Jasmin Ramsey, directora adjunta del Centro por los Derechos Humanos en Irán, con sede en Nueva York.

"El velo es uno de los pilares de la Revolución islámica, como lo es la sumisión de la mujer. Detestan cuando las mujeres se hacen oír y dicen: 'Puedo hacer todo lo que quiera'", asegura.

- "El sonido de la revolución" -

Este centro neoyorquino lanzó una petición, firmada por casi 40 grupos de defensa de derechos humanos y dirigida a la presidencia rotatoria de la UE, Suecia, para pedir a los Estados miembros a convocar los embajadores iraníes en sus países para el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

El objetivo es transmitir a los embajadores que dejen "de encarcelar y perpetrar violencia contra las mujeres que reclaman sus derechos y libertades fundamentales en Irán" y que pongan "fin a la violencia física y sexual contra las presas y las manifestantes".

Narges Mohammadi, una de las mujeres que entonó el "Bella ciao", emergió estos meses como una de las presas más críticas, denunciando las condiciones de encarcelamiento en Evin y expresando su respaldo a las protestas.

En diciembre publicó una carta abierta desde la cárcel para denunciar las agresiones sexuales sufridas por las detenidas y evocando de casos de violación a mujeres durante los interrogatorios.

"Las mujeres han demostrado que son las voces del cambio, de la libertad y de la igualdad. Una de las razones por las que Narges está todavía en prisión es que las autoridades la temen. Les hace estremecer", dice Ramsey.

Sepideh Gholian, que purga una pena de cinco años de cárcel por respaldar una huelga, describió en una carta publicada por la BBC en enero los métodos usados para conseguir confesiones forzados durante interrogatorios, durante los que se escuchan gritos por toda la prisión.

"Hoy, los gritos que escuchamos (...) a través de Irán son más fuertes que los gritos de las salas de interrogatorio, es el sonido de la revolución, el sonido de la verdad: 'Mujer. Vida. Libertad'", escribió en referencia al eslogan gritado en las protestas.

N.Handrahan--NG