Nuevo intento de lanzamiento de la sonda europea Juice hacia Júpiter
La sonda espacial europea Juice debe despegar este viernes, tras retrasar su lanzamiento en la víspera por el mal tiempo, en dirección hacia Júpiter y sus lunas heladas con la misión de buscar entornos propicios para la aparición de vida extraterrestre.
El despegue desde el centro espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, está programado a las 12H14 GMT, casi a la misma hora que el jueves.
En el primer intento, a pocos minutos de la cuenta atrás final, los equipos del centro espacial decidieron interrumpir las operaciones por el riesgo de rayos, para frustración de los invitados en la sala de control como el rey Felipe de Bélgica o los astronautas francés Thomas Pesquet y alemán Matthias Maurer.
Minutos antes, "una gran masa de nubes se acercó" y se lanzó un código rojo por meteorología porque "no podíamos de ningún modo proceder al lanzamiento debido al riesgo de rayos", explicó a la AFP Stéphane Israël, el presidente de Arianespace, la empresa responsable de los cohetes lanzaderas Ariane 5.
"Para despegar, necesitamos que tres parámetros estén en verde: la preparación de la lanzadera, la disponibilidad de la sonda y la meteorología", agregó.
Si los vientos de altitud, relativamente previsibles, se anuncian en verde durante la mañana, "habrá que continuar vigilando los riesgos de rayos hasta el último momento", advirtió.
Contrariamente a los lanzamientos clásicos que disponen de un cierto margen para despegar, la ventana de lanzamiento de la sonda Juice es de apenas un segundo por la particular órbita que debe alcanzar.
Según el programa de vuelo, la sonda de seis toneladas debe separarse de la lanzadera 27 minutos después del despegue, a unos 1.500 kilómetros de altitud.
Será el inicio de una odisea de ocho años para Juice, nombre procedente de las siglas inglesas de Exploradora de las Lunas Heladas de Júpiter, la misión faro de la Agencia Espacial Europea (ESA).
En los satélites del planeta gigante, la sonda busca entornos propicios para la aparición de formas de vida extraterrestre. No llegará a su destino hasta 2031, a más de 620 millones de kilómetros de la Tierra, al final de un viaje agitado.
- Océanos bajo el hielo -
Al no poder dirigirse directamente hacia Júpiter, la nave deberá ejecutar complejas maniobras de asistencia gravitacional que consisten en usar la fuerza de atracción de otros planetas para ganar velocidad.
Así, el aparato rodeará la Luna y la Tierra, después Venus (2025) y nuevamente la Tierra (2029) antes de poner rumbo definitivo hacia el gigante gaseoso del sistema solar y sus grandes lunas descubiertas por Galileo hace 400 años: la volcánica Ío y las heladas Europa, Ganimedes y Calisto.
La misión principal de Juice es encontrar ambientes adecuados para la aparición de formas de vida.
Júpiter es inhabitable, pero sus lunas Europa y Ganimedes despiertan esperanzas: bajo su superficie de hielo, esconden océanos de agua líquida, uno de los elementos que se consideran imprescindibles para la vida.
El principal objetivo de Juice es Ganimedes, el mayor satélite del sistema solar y el único con un campo magnético que lo protege de las radiaciones. Hacia 2034 debe llegar a su órbita.
La sonda analizará la composición de su océano, para saber si podría desarrollarse un ecosistema en él.
"Es la sonda más compleja jamás enviada a Júpiter", dijo Philippe Baptiste, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés.
Concebida por Airbus, Juice dispone de diez instrumentos científicos: cámara óptica, espectrómetro de imagen, radar, altímetro, magnetómetro...
También está equipada con enormes paneles solares de 85 metros cuadrados (el tamaño de una cancha de baloncesto) para captar energía en un entorno donde la luz solar es 25 veces más débil que en la Tierra.
Con un costo total de 1.600 millones de euros, Juice es la primera misión europea que explorará un planeta del sistema solar externo, que comienza más allá de Marte.
Su lanzamiento ocurre en plena crisis de los lanzadores en Europa, casi privada de acceso autónomo al espacio después de la salida de los cohetes rusos Soyuz de Kourou, los retrasos acumulados de Ariane 6 y el fracaso del primer vuelo comercial de Vega C.
D.Gallaugher--NG