Líder indígena brasileña gana premio ambiental por frenar minería
Alessandra Korap Munduruku se volcó al activismo al ver cómo el avance de la agricultura devastaba su territorio indígena de Sawré Muybu, en el estado brasileño de Pará, pero fue su batalla por echar de sus tierras a la minera británica Anglo American lo que atrajo todos los focos sobre ella.
Este lunes será una de seis personas en el mundo que reciben el premio medioambiental Goldman.
La estadounidense Fundación Goldman reconoció a la activista, de 38 años, protagonista de la lucha del pueblo mundurukú para frenar los planes de la minera británica Anglo American para explotar territorios indígenas en la Amazonía.
"Hicimos campaña, escribimos cartas (...) hasta hacerlas llegar a las manos de ellos y les dijimos que no íbamos a aceptar ninguna minera en nuestro territorio", dice Korap Munduruku en entrevista por videollamada a la AFP.
En mayo de 2021, después de meses de presiones, la empresa formalmente retiró 27 proyectos mineros aprobados por las autoridades en tierras indígenas, incluyendo el territorio Sawré Muybu, en el estado de Pará (noreste).
"Vamos a defender con garra y uñas nuestro territorio", agrega.
Esas tierras, hogar del pueblo munduruku, contienen más de 160.000 hectáreas de selva tropical.
"La exitosa campaña de Alessandra representa un cambio significativo en la toma de responsabilidades del sector privado respecto a la minería destructiva en Brasil", celebró la Fundación Goldman, que entrega los premios en una ceremonia en San Francisco.
Poco después de Anglo American, la gigante brasileña Vale anunció el retiro de todos sus permisos de explotación en tierras indígenas en Brasil.
- "Desafiando el patriarcado" -
Korap Munduruku se volcó al activismo por la "fuerza" de ver su territorio "siendo devastado" por la agricultura y la minería, dice a la AFP.
"Me di cuenta de que si me quedaba sola en casa nadie iba escuchar mi voz", explica.
Después de ser educadora, en 2018 estudió derecho, pero como mujer no fue fácil escalar los liderazgos de su comunidad de Sawré Muybu.
"Mi madre me decía que no podía estar en una reunión de hombres, que no podía preguntar porque es un patriarcado (...) Pero yo lo fui desafiando", cuenta.
Como otros activistas al frente de las luchas de los pueblos originarios, se alivia por el fin del mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), quien paralizó los procesos de demarcación de tierras indígenas.
Pero guarda escepticismo frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien regresó al poder en enero, luego de dos mandatos entre 2003 y 2010.
"Lula está intentando demarcar territorios (...) pero está firmando acuerdos con China y Mercosur, y eso es preocupante", dice sobre la reciente gira del mandatario por el país asiático, principal socio comercial de Brasil.
Brasil y China pactaron más de 10.000 millones de dólares en inversiones y cooperación.
"China tiene mucho interés en el avance del agronegocio", señala la activista, preocupada porque esos proyectos, que también incluyen ferrovías, gasoductos e industria pesada, se implementen en tierras indígenas.
"No se nos consultó", reclama.
También pide a Lula que retome la demarcación de tierras, incluyendo su hogar Sawré Muybu.
Esa cuestión será tema central cuando miles de representantes de los pueblos indígenas brasileños se congreguen esta semana en el "Campamento Tierra Libre" en Brasilia.
"Si no se demarca, todos los proyectos de las mineras caerán sobre nosotros", afirma Korap Munduruku.
La ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, anunció la semana pasada la próxima demarcación de 14 nuevos territorios indígenas, que suman 1,5 millones de hectáreas, algunos de ellos en la Amazonía.
Pero "no nos vamos a quedar en silencio sólo" por eso, advierte la dirigente.
T.McGilberry--NG