Aprobación definitiva de la reforma de la ley que dividió al gobierno español
La reforma de una controvertida ley contra los delitos sexuales, que los socialistas de Pedro Sánchez lograron gracias al apoyo de la derecha y pese al rechazo de sus socios de extrema izquierda, quedó aprobada definitivamente este miércoles, al conseguir luz verde del Senado.
"Queda aprobada la reforma", anunció el presidente del Senado Ander Gil, luego de que fueran rechazadas todas las enmiendas propuestas y se validara el texto, gracias a los votos de los socialistas y del Partido Popular (PP, conservadores).
La manera cómo fue aprobada esta reforma dejó en evidencia las profundas divisiones de la coalición de izquierda en el poder, a un mes de las elecciones municipales y regionales del 28 de mayo y a menos de ocho meses de las legislativas en las que la derecha aparece como favorita en la mayoría de encuestas.
Al igual que en el Senado, en el Congreso de los Diputados la reforma fue aprobada, la semana pasada, gracias al respaldo del PP.
"Han conseguido un retroceso en los derechos de las mujeres en la parte penal", criticó este miércoles en el Congreso de los Diputados la ministra de Igualdad, Irene Montero, del partido de izquierda radical Podemos, impulsor de la ley y opuesto a la reforma propuesta por sus socios socialistas.
La ley, conocida como del "sólo sí es sí" porque exigía que el consentimiento en las relaciones sexuales fuera explícito, entró en vigor en octubre de 2022.
La legislación pretendía endurecer la anterior eliminando los abusos, con penas más leves, y convirtiendo todos los delitos sexuales en agresiones.
Pero para eso, los legisladores modificaron las horquillas de penas, rebajando algunos mínimos y máximos, lo que tuvo la consecuencia indeseada de que, como en España se aplican retroactivamente las nuevas leyes si benefician al reo, se revisaran a la baja numerosas penas.
Así, casi mil delincuentes sexuales convictos vieron sus penas reducidas y más de un centenar fueron excarcelados, según datos de los tribunales, lo que desató un gran escándalo en el país.
Consciente del riesgo político en este año electoral, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, busca extinguir la polémica con esta reforma, que en esencia aumenta las penas para los casos en los que haya violencia o intimidación.
Podemos, que siempre ha defendido que la ley estaba bien redactada pero estaba siendo mal interpretada por jueces "machistas" que rebajaban penas de delincuentes sexuales, afirma que la reforma vuelve a priorizar la existencia de violencia o intimidación, en vez del consentimiento, como elementos cruciales para determinar la existencia de una agresión.
A.MacCodrum--NG