A la búsqueda del oro "limpio" en la República Democrática del Congo
En un taller se fabrican lingotes de oro mientras que en una oficina contigua se negocia el precio en forma transparente, algo inusual en Kivu del Sur, una región del este de la República Democrática del Congo donde los "minerales de sangre" nutren múltiples conflictos.
En enero, el gobierno congoleño y los Emiratos Árabes Unidos lanzaron una empresa conjunta, "Primera Gold", para canalizar a través de las vías oficiales el oro extraído artesanalmente en la provincia de Kivu del Sur.
Desde hace años, los expertos han establecido que este oro, así como otros minerales estratégicos que abundan en el subsuelo congoleño, alimentan el tráfico y el contrabando hacia los países vecinos, en particular Ruanda, con la que la República Democrática del Congo mantiene relaciones execrables.
"Más de una tonelada de oro artesanal de Kivu del Sur cruzan cada mes la frontera hacia estos países, que desgraciadamente a cambio hacen la guerra a RDC", declara a la AFP Benjamin Bisimwa, asistente del director general de Primera Gold, en el edificio de cinco pisos alquilado por la empresa en Bukavu, la capital provincial.
En 2021, solo 23 kg de oro de Kivu del Sur fueron declarados para la exportación, recuerda. El año siguiente, 34 kg. Todo lo demás era clandestino.
A mediados de mayo, después de menos de cinco meses de actividad, el ministro congoleño de Finanzas afirmó que Primera Gold ya había exportado una tonelada.
"Los resultados hablan por sí solos", constata Bisimwa, aunque "queda mucho por hacer".
El objetivo es exportar al menos una tonelada de oro cada mes a la refinería Auric Hub Gold en Abu Dabi, detalla.
En un pequeño edificio contiguo a la sede de Primera Gold, el calor es intenso.
Un técnico de laboratorio, con guantes ignífugos en las manos, saca de un horno a 1.200 grados un crisol lleno de oro líquido, que vierte en un molde rectangular.
Rápidamente enfriado, el lingote se pesa: cerca de 2 kg, lo que representa alrededor de 120.000 dólares.
- Aprovisionamiento -
Justo antes, el técnico limpiaba con un cepillo metálico tres lingotes más pequeños. Analizados con un "espectrómetro XRF", los lingotes de metal bruto revelan un contenido de oro del 96,8%.
Los especialistas de Primera Gold subrayan que el oro de RDC es uno de los más puros del mundo.
Los comerciantes desfilan por el laboratorio, trayendo pepitas extraídas de las colinas de la provincia.
La empresa afirma sólo abastecerse en lugares "calificados", es decir, no controlados por grupos armados, y que no emplean a niños, sino "excavadores" debidamente registrados y organizados en cooperativas.
Para muchos en Bukavu, la intención es loable pero difícilmente aplicable, en un sector plagado de fraude y corrupción.
"El abastecimiento es un gran interrogante", estima Blaise Bubala, al frente de un grupo de trabajo de la sociedad civil sobre las minas.
Además, el estado congoleño posee 45% de Primera Gold y los impuestos y beneficios se supone alimentan sus cajas. Pero "¿cuánto va al desarrollo comunitario?" se pregunta Bubala.
"Construir escuelas, carreteras, hospitales, es algo que siempre hemos pedido", dice.
Es también lo que reclaman los habitantes de Luhihi, localidad situada a 25 km a vuelo de pájaro de Bukavu, donde el oro apareció como por milagro hace tres años, provocando una fiebre hacia el precioso metal.
"Unos extraños vinieron a robar nuestro oro. Y no hay contrapartida", clama Minani Bufole, carnicero de 62 años, perturbando una reunión de las autoridades mineras locales.
"La colina está allí desde siempre y de repente se encuentra oro...", forzosamente, esto trastorna la vida de los aldeanos más acostumbrados a cultivar sus campos que a cavar galerías, analiza Zuzu Njangu, presidenta de una cooperativa de mineros artesanales.
La mina de Luhihi es considerada como un sitio piloto, pionero de la "trazabilidad" presentada por Primera Gold.
Pero los responsables de la empresa reconocen que en materia social queda mucho por hacer.
Por ejemplo, prometieron que 10.000 mineros y sus familias tendrían seguro médico. Sin embargo, todavía no recibieron la lista de posibles beneficiarios, dicen.
D.Gallaugher--NG