El Banco Central Europeo festeja sus 25 años en plena batalla contra la inflación
En plena batalla contra la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) celebra este miércoles su primer cuarto de siglo de una existencia marcada por las crisis que lo obligaron a extender su campo de acción.
Unos 200 invitados son esperados esta noche en la torre de acero y vidrio de la institución monetaria situada a orillas del río Main en Fráncfort.
En el programa de la velada están previstos música de Debussy y un pastel de cumpleaños cortado por la presidenta del BCE Christine Lagarde y dos de sus antecesores, Jean-Claude Trichet y Mario Draghi.
La fiesta se hace sin embargo cuando la inflación en la zona euro navega a un nivel récord, teniendo en cuenta que el instituto creado el 1 de junio de 1998 tiene por misión principal controlarla en lo posible a un nivel cercano a 2%.
La inflación alcanzó 7% en abril,impulsada por los precios de la energía y de los bienes importados.
"Garantizaremos el regreso de la inflación hacia nuestro objetivo", aseguró el miércoles Lagarde en la prensa europea.
La inflación anual fue en promedio de 2,05% en el último cuarto de siglo, durante el cual nueve países ingresaron a la zona euro, que llegó así a 20 miembros.
Además, el BCE asume ahora la supervisión de los grandes bancos europeos y el euro es la segunda moneda en el mundo después del dólar.
- Crisis existenciales -
Tras esta buena calificación, la institución también ha vivido momentos difíciles.
Tuvo que capear varias tormentas, como la amenaza de ver al euro implosionar en los años 2010, cuando la crisis de las deudas públicas.
A una larga fase de inflación estable siguió una fuerte aceleración del alza de los precios después de más de un año, a causa de la guerra de Ucrania.
Pensado que sería un fenómeno temporal, el BCE esperó al principio, antes de subir las tasas directoras a un nivel inédito de 3,75 puntos porcentuales desde julio arriesgando afectar a un crecimiento que ya era débil.
Las tasas serán "llevadas a niveles suficientemente restrictivos", lo que será mantenido "el tiempo que sea necesario" para que la inflación regrese "lo más rápido posible" al objetivo de 2%, agregó Lagarde.
Las dificultades experimentadas por la zona euro hicieron que el arsenal monetario del BCE se ampliara más allá del arma clásica de las tasas: programas de compra de deudas públicas y privadas, lo que flirteaba con la prohibición que tiene de financiar a los Estados y oleadas de gigantes préstamos a los bancos.
El instituto también cometió errores funestos. En 2011, Jean-Claude Trichet subió las tasas cuando estaba en gestación una crisis. Su sucesor Mario Draghi corrigió la tendencia desde su llegada, obteniendo el sobrenombre de "Super Mario", salvador de la zona euro.
Pero la gestión solitaria del italiano terminó por crear la discordia en el consejo de gobernadores, donde sesionan los jefes de los bancos centrales nacionales que tienen ideas divergentes.
- Euro digital -
Christine Lagarde contribuyó a silenciar las voces discordantes.
"En un mundo inestable, el BCE ha garantizado y seguirá propiciando un anclaje confiable de estabilidad", escribió la ex jefe del FMI.
"En cada crisis por la que cruzó el BCE supo innovar y adaptarse, y eso es lo que debe recordarse antes de subrayar los errores o las tensiones internas", dice Frederik Ducrozet, jefe economista de Pictet Wealth Management.
El BCE emplea en la actualidad a 4.200 personas,o sea diez veces más que en 1999, y su mandato sigue evolucionando, al querer dar un toque de "verde" a la política monetaria frente al imperativo de lucha contra el cambio climático.
Respecto al euro, utilizado por cerca de 350 millones de europeos en 20 países, "sobrevivirá muchos años más en el futuro", afirma Lagarde.
También se transformará: el euro digital, como nuevo medio de pago en respuesta al auge de las criptomonedas, podría ser lanzado "en tres o cuatro años", afirmó el miércoles Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE, en una entrevista al diario Les Echos.
L.Boyle--NG