Nottingham Guardian - La sequía destroza la cosecha de bambú de una tribu de Taiwán

La sequía destroza la cosecha de bambú de una tribu de Taiwán
La sequía destroza la cosecha de bambú de una tribu de Taiwán / Foto: Sean Chang - AFP

La sequía destroza la cosecha de bambú de una tribu de Taiwán

Avayi Vayayana corta con un machete la corteza rígida de un brote de bambú mientras otea las laderas de las montañas del sur de Taiwán en busca de más ejemplares de estas lucrativas plantas, cada vez más escasas para su tribu.

Tamaño del texto:

Varias generaciones de la tribu tsou han vivido de los bosques de bambú del municipio de Alishan que, según Vayayana, fueron plantados por sus ancestros y que los suyos suelen cosechar entre abril y mayo.

Pero "el tiempo en los últimos años ha sido realmente desastroso", dice el jefe tribal de 62 años a la AFP.

"La lluvia se ha retrasado y el crecimiento de los brotes de bambú se ha visto claramente afectado".

En la aldea indígena de T'fuya, los conos de color marrón oscuro del bambú típico de la isla (phyllostachys lithophila) son cada vez más difíciles de ver.

"Los pequeños brotes jóvenes no germinarán si no hay lluvia. Tras un tiempo, morirán dentro de la tierra", dice Vayayana.

Las lluvias de entre febrero y abril son cruciales para el crecimiento de los brotes de bambú, populares en la cocina asiática, pero desde finales del año pasado no ha habido precipitaciones destacadas.

La tribu tsou, con unos 7.000 miembros en Alishan, ha visto cómo la cosecha caía constantemente.

En una mañana neblinosa de mayo, la llovizna finalmente remoja el bosque de bambú en el que trabaja Vayayana, pero este asegura que ya es demasiado tarde.

Este año, su cosecha se quedará en un tercio de la del año anterior.

A lo lejos, se escucha el disparo de una pistola de aire. Es el primo del jefe tribal que trata de asustar a los monos que también acechan sus cultivos.

"Como muchos bosques de bambú de los alrededores han muerto, ahora los monos van allí donde hay brotes de bambú", asegura.

- "Víctimas en primera línea" -

El sur de Taiwán atraviesa su peor sequía en décadas.

Por tercera vez desde 2018, el nivel de la presa de Tsengwen que abastece las regiones meridionales de Tainan y Chiayi ha caído por debajo del 10% este año, dejando descubierto y agrietado el lecho del embalse.

La reserva es una fuente de agua principal para una masiva fundición que fabrica la valiosa producción de semiconductores de la isla.

También suele suministrar agua a las llanuras arroceras de la región aunque, por tercer año consecutivo, el gobierno paga subsidios a los agricultores para no plantar sus cultivos.

A una hora en coche del embalse, Alishan también experimenta drásticos cambios meteorológicos.

Entre enero y abril, las precipitaciones cayeron más del 50% comparado al mismo periodo del año anterior, según la estación meteorológica central de Taiwán.

Para la tribu tsou, cuyo estilo de vida está íntimamente ligado a la naturaleza, el impacto es "global", dice Lena Chang, de Greenpeace Taiwán.

"Son víctimas en primera línea del cambio climático", dice Chang a la AFP.

Los datos recopilados por Greenpeace Taiwán muestran que la disminución de las precipitaciones es persistente en las últimas tres décadas, especialmente en febrero y marzo, periodos claves para el desarrollo del bambú.

En el punto de recogida de cosecha de T'fuya, los aldeanos descargan brotes de bambú de camionetas y los pesan antes de mandarlos hacia fábricas para hervirlos y enlatarlos para el consumo masivo.

"Este año, la lluvia llegó demasiado tarde y muchos árboles de bambú están enfermos. La cosecha es muy mala", dice a la AFP Voyu Baniana, de 24 años.

"En la plantación de mi familia, no tenemos nada. Solo trabajo para otra gente este año", explica.

- Nuevos cultivos -

Aquellos que volvieron a sus pueblos tras una temporada trabajando en ciudades ven difícil sobrevivir de los cultivos como antaño.

Voyo Yulunana, de 43 años, recuerda su infancia recogiendo brotes de bambú, cuya venta mejoraba el nivel de vida de su comunidad.

"Para comprar un coche o construir una casa, contábamos con el bambú", dice.

De vuelta a sus orígenes tras un tiempo trabajando en la construcción, Yulunana dice que "las lluvias no vienen cuando deberían".

Por suerte, su abuelo se pasó al cultivo de café, al que generaciones más jóvenes de tsou como Yulunana se han dedicado en la última década.

"El café está reemplazando lentamente al bambú" en Alishan, dice.

Pero este cultivo tampoco es inmune al cambio climático. Las lluvias tardías de primavera afectan la temporada de floración y un tiempo errático el año pasado casi destruye la plantación de su familia.

"Ahora puedo arreglármelas cultivando solo café", reconoce Yulunana. Pero "¿quién sabe qué nuevos cultivos aparecerán después del café?".

D.Gallaugher--NG