En Sudáfrica, un rincón de Portugal desde hace generaciones
El mesero coloca los platos de camarones en una mesa del restaurante familiar con anticuado encanto, donde propietarios y clientes conversan en portugués en los suburbios de Johannesburgo.
Sudáfrica alberga a una de las comunidades portuguesas más grandes del continente africano.
Gloria da Cunha, de 54 años, sucedió a su padre y a su tío en la jefatura del Parreirinha Restaurante. Ambos dejaron Portugal por Sudáfrica a fines de los años 60 del siglo pasado.
El negocio con muros cubiertos de billetes de diferentes países y donde miles de corbatas cuelgan del techo, sirve delicias a la comunidad portuguesa "desde hace al menos tres generaciones", dice la patrona a la AFP.
Unos 200.000 portugueses y unos 500.000 sudafricanos de origen portugués residen en el país, fronterizo con Mozambique y cerca a Angola, dos ex colonias portuguesas, según las cifras del gobierno sudafricano.
El presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa escogió este año a Sudáfrica para su tradicional visita oficial al extranjero la semana de la Fiesta nacional. Y será recibido el martes por su homólogo sudafricano Cyril Ramaphosa.
Los portugueses "llegaron a cuentagotas desde el fin del siglo XIX hasta los años 1950", dice a la AFP Clive Glaser, historiador de la universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo.
Los primeros inmigrantes, muchos de los cuales llegaron de manera ilegal, eran principalmente habitantes de la isla de Madeira "que se subieron a un barco para probar suerte", añade el especialista. Una mano de obra que no hablaba inglés y que el gobierno sudafricano de esa época "no se sentía muy entusiasta de recibir, subrayó.
- Olas sucesivas -
Una segunda oleada de trabajadores calificados siguió después, la de los padres de la señora da Cunha, y luego vinieron los "refugiados coloniales" que huyeron de Mozambique y Angola cuando se estaban dando sus independencias en 1975.
Les lusófonos son "hoy el tercer grupo de sudafricanos blancos luego de los Afrikaners y los ingleses", subraya Glaser.
Gente de las islas Madeira, portugueses, mozambiqueños y angoleños siempre hicieron banda aparte antes de integrarse más entre ellos.
Pero "la comunidad es muy discreta", asegura Manny Ferreirinha, de 68 años, presidente del Foro portugués de Sudáfrica, presente en un festival cultural en Johannesburgo.
Entre dos bocados de Travesseiros de Sintra, pastel con almendras, o los pasteles de nata, pequeño flan cremoso típico que se encuentra ahora en todo Sudáfrica, los cortes de electricidad recurrentes y la criminalidad récord alimentan las conversaciones.
Hasta el punto de que algunos asistentes al festival interrogados por la AFP contemplan dejar la primera potencia industrial del continente para regresar a Portugal.
Según Gloria da Cunha, que administra el restaurante con su hermano y su hermana, se registra una situación morosa que afecta los negocios y por eso ha visto a muchas familias mudarse en los últimos años.
El barrio donde los inmigrantes portugueses se han congregado históricamente, en el sur de la capital económica, se ha degradado a lo largo de los años. La seguridad también. Y los clientes son cada vez más reticentes a venir por aquí.
"Es triste. Crecí aquí, este edificio tiene una historia, recuerdos", afirma.
"La comunidad portuguesa declina en Sudáfrica", subraya Glaser, quien asegura que el movimiento de retorno a la madre patria comenzó con la adhesión de Portugal a la UE en 1986.
Nacido en Sudáfrica, Manny Ferreirinha dice sin embargo que nunca se irá de ahí, pues se siente en su casa en esta punta de Africa.
O.Somerville--NG