Pareja de palestinos espera angustiada su desalojo en Jerusalén oriental
En la ciudad vieja de Jerusalén, Nora y Mustafa Sub Laban, de 68 y 73 años, cuentan las horas antes de que se ejecute la decisión que llevan temiendo desde 1978: la llegada de la policía y su desahucio, en beneficio de colonos israelíes.
En una callejuela del barrio musulmán, uno de los cuatro con que cuenta la ciudad vieja, esta pareja de palestinos tiene una vista privilegiada del Templo de la Roca, con su cúpula dorada.
Desde su enrejada ventana ven también, a modo de aviso, las banderas israelíes que se multiplicaron en los edificios vecinos, ahora propiedad de colonos.
Su modesto apartamento conocerá a partir del domingo la misma suerte, en virtud de una orden israelí recibida en mayo.
"Soy como una prisionera que espera su ejecución. No duermo bien, vivo a base de sedantes y tengo pensamientos negativos", cuenta a AFP Nora Sub Laban.
Residente en Jerusalén oriental, el sector de mayoría palestina ocupado y anexionado por Israel, Nora y su marido llevan 45 años enfrascados en una batalla judicial con las autoridades y con colonos israelíes, según cuentan.
Los colonos están aglutinados en el grupo Atara Leyoshna, representado ante un tribunal local por Eli Attal, quien no quiso hacer declaraciones a AFP.
Los denunciantes israelíes afirman que había judíos viviendo en ese apartamento antes de la creación del Estado de Israel en 1948 y la anexión de Jerusalén oriental por Jordania, consecutiva a la primera guerra con los árabes, entre ese año y 1949.
Los demandantes invocan una ley israelí de 1970 que permite a los judíos recuperar una propiedad que hubiera estado en manos de judíos antes de 1948, incluso sin vínculo familiar.
Frente a ellos, los Sub Laban afirman haber recibido el estatus de "inquilino protegido" de parte de Jordania en los años 1950, antes de que Israel conquistara esta parte de la ciudad en 1967 y se la anexionara. Una anexión que según la ONU no es válida.
- "Hegemonía israelí" -
La familia guarda el contrato de alquiler jordano, fechado en 1953, y varias decisiones de tribunales israelíes, que les reconocen su estatus de "inquilino protegido".
Pero la justicia indica que no viven de forma permanente en el apartamento, y que por tanto debe ejecutarse el desalojo, aunque estén pagando su alquiler a un organismo israelí.
Nora Sub Laban explica que esa decisión se refiere a un periodo en el que ella no vivía a diario en el apartamento, porque estaba hospitalizada.
"Jurídicamente hablando, y dentro del sistema israelí, no nos queda nada que hacer", explica su hijo Rafat Sub Laban, de 34 años y empleado del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Ramala, en Cisjordania.
Según la oenegé israelí anticolonización Ir Amim, unas 150 familias palestinas están actualmente amenazas de expulsión en la ciudad vieja de Jerusalén y en los barrios adyacentes, a causa de unas "leyes discriminatorias y de la colusión del Estado con las organizaciones de colonos".
Según esta ONG, más de 220.000 colonos viven en Jerusalén oriental, junto a 370.000 palestinos.
La organización fustiga una "estrategia utilizada de forma creciente para consolidar la hegemonía israelí" en la Ciudad Vieja, "la parte más sensible de Jerusalén a nivel religioso y político", y un factor "esencial en el conflicto" israelo-palestino.
En la calle de la familia Sub laban fueron abiertas varias escuelas talmúdicas, y los colonos van y vienen. La convivencia es difícil.
"No vivimos ni en libertad ni en seguridad", afirma Nora Sub Laban.
En su apartamento, los Sub Laban han descolgado ya las fotos y sacado los objetivos de valor sentimental. Y es que intuyen que cuando llegue la policía israelí, dispondrán de poco tiempo para marcharse.
"Cuando por desgracia suceda eso", dice su hijo Rafat, "nos llevaremos a nuestros padres a la casa en la que vivo con mi hermana", en otro barrio de Jerusalén oriental. "Es la única opción".
A.C.Netterville--NG