El BCE vuelve a subir sus tasas por una inflación "demasiado alta"
El Banco Central Europeo (BCE) volvió a subir el jueves sus tasas de interés por octava vez consecutiva, para frenar la inflación de la zona euro que, según estima, seguirá "demasiado alta" en los próximos meses.
La institución aprobó una subida de 0,25 puntos porcentuales, similar a la de mayo.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, consideró "muy probable" nuevas alzas en la próxima reunión de la institución en julio, porque todavía hay un "camino por recorrer" para contener el alza de precios en la zona euro, conformada por veinte de los 27 países de la Unión Europea (UE).
El BCE indicó en un comunicado que sus decisiones futuras "garantizarán" que sus principales tasas de interés "lleguen a niveles suficientemente restrictivos para permitir que la inflación vuelva rápidamente al objetivo a medio plazo del 2%".
"Se mantendrán en esos niveles durante el tiempo que sea necesario" y la institución tomará sus decisiones en función de los datos y previsiones económicas del momento, agregó.
Después de una década de dinero barato, el BCE puso en marcha en agosto de 2022 un ciclo sin precedentes de ajuste monetario para contrarrestar el aumento de los precios, agravado por la ofensiva rusa en Ucrania.
Al subir las tasas, los bancos centrales reducen la demanda de crédito y, por tanto, la inversión y el consumo de los hogares y las empresas, con la consecuencia de una desaceleración de la demanda y de la presión sobre los precios. Desde julio de 2022, el BCE subió sus tasas en 4 puntos porcentuales.
- "Desaceleración"-
"La inflación se está desacelerando, pero debería permanecer demasiado alta durante un período demasiado largo", dijo el BCE en un comunicado.
La subida de precios en la eurozona cayó al 6,1% interanual en mayo, lejos del récord del 10,6% de octubre, pero también lejos del objetivo del 2% perseguido por el BCE.
Según las nuevas proyecciones del organismo, la inflación alcanzará el 5,4% en 2023, frente al 5,3% previsto en marzo, y caerá al 3,0% en 2024 y al 2,2% en 2025.
La entrada en recesión de la eurozona no ha afectado la determinación de la institución: el Producto Interior Bruto (PIB) de los 20 países que comparten la moneda única cayó un 0,1% entre enero y marzo, tras un descenso de la misma magnitud en el trimestre anterior.
Tomando nota de esta desaceleración, el BCE revisó a la baja sus previsiones de crecimiento y espera ahora un crecimiento del PIB del 0,9% este año, frente al 1,0% previsto anteriormente. La previsión es de una expansión económica de 1,5% en 2024 y de 1,6% en 2025.
"El Banco Central Europeo continúa su ciclo alcista y no anuncia signos de una pausa [en el alza de tasas] en un futuro previsible", apuntó Carsten Brzeski, de ING Bank.
Según Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo del BCE, los efectos de la política monetaria no serán inmediatos y se notarán sobre todo en 2024, aunque sigue reinando "una gran incertidumbre sobre el vigor y la velocidad de este proceso".
El banco central de Estados Unidos (Fed) decidió el miércoles dejar sus tasas sin cambios después de diez aumentos consecutivos, para darse tiempo para evaluar la situación. Pero los funcionarios de la Fed, sin embargo, planean subir las tasas nuevamente a finales de 2023.
China en cambio redujo el jueves su principal tasa de interés, con el objetivo de impulsar el crecimiento en la segunda economía mundial, después de la publicación de datos decepcionantes.
Las ventas minoristas del gigante asiático, principal indicador del consumo de los hogares, se incrementaron en mayo en un 12,7% interanual, contra 18,4% en el mes anterior, y la tasa de desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años subió al 20,8%, una cifra récord.
M.Sutherland--NG