Difícil trabajo de identificación de las víctimas del ataque yihadista en Uganda
Las familias de las víctimas de la masacre en una escuela de Uganda aguardaban el lunes los resultados de las pruebas de ADN para identificar los restos de los 41 fallecidos, en su mayoría alumnos.
Las víctimas murieron a machetazos, a tiros o quemadas en la escuela Lhubiriha, en la localidad de Mpondwe, al oeste del país y cerca de la frontera con República Democrática del Congo (RDC), donde tiene su bastión la milicia de filiación yihadista a la que las autoridades imputaron el ataque.
Otros 15 miembros de la comunidad, entre ellos cinco niñas están desaparecidos.
El ejército y la policía acusaron a las Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF), un grupo rebelde vinculado al grupo yihadista Estado Islámico.
Muchas de las víctimas murieron calcinadas cuando los atacantes incendiaron un dormitorio colectivo, lo que complica las tareas de identificación y de recuento.
"No estamos seguros de que nuestros niños estén entre los alumnos secuestrados o los quemados. Estamos afligidos, tal vez el gobierno nos dé una respuesta pronta y oramos", declaró a AFP Joseph Masika, un tutor de uno de los estudiantes.
Joe Walusimbi, comisario del distrito de Kesese, donde está la escuela, declaró que la mayoría de las víctimas identificadas fueron enterradas el domingo, pero que las inhumaciones seguían el lunes.
"Ya terminamos casi la inhumación de los muertos ya identificados y esperamos las pruebas ADN de los estudiantes que se quemaron hasta el punto que no se pueden reconocer", declaró.
El del viernes fue el ataque más sangriento en Uganda desde 2010, cuando 76 personas murieron en un doble atentado en Kampala perpetrado por el grupo yihadista somalí Al Shabab.
P.MacNair--NG