Expertos prevén un crecimiento "artificialmente alto" en China en el 2T
El producto interior bruto de China crecerá en el segundo trimestre, según un sondeo de la AFP, pero los expertos consultados apuntan que las cifras pueden ser engañosas por la comparativa con los malos resultados del mismo periodo de 2022.
Hace un año, las medidas asociadas al coronavirus como los confinamientos, las restricciones de viajes o los cierres de fábricas provocaron un leve crecimiento interanual del 0,4%, uno de los más bajos en años recientes.
En esta ocasión, un grupo de expertos consultados por la AFP prevén que el lunes las autoridades chinas anuncien un crecimiento interanual del 7,1% en el periodo abril-junio.
Pero esta cifra es "artificialmente alta debido a la baja base" de comparación con 2022, destaca Gene Ma, del Institute of International Finance.
Entre los distintos factores del débil crecimiento de hace un año destaca el confinamiento de Shanghái, con los 25 millones de habitantes de la capital financiera encerrados durante dos meses.
Los datos intertrimestrales, que también serán publicados el lunes, darán por cierto una imagen más realista del estado de la segunda economía mundial.
En el primer trimestre de este año creció un 4,5% interanual, señal del reflote de la actividad después del abrupto fin de la restrictiva política anticovid en diciembre.
Pero la recuperación ha tardado en afianzarse en algunos sectores y parece estar quedándose sin gas.
- "Miedo de abrir la billetera" -
Un mercado laboral apagado y la incertidumbre de cara al futuro siembran la desconfianza entre los consumidores, a pesar de la reapertura posterior al covid.
"Desde los viajes vacacionales a las compras de coches y casas, los datos macroeconómicos muestran que la población china tiene miedo de abrir demasiado la billetera", dice Stewart Paterson, de la Hinrich Foundation.
En mayo, uno de cada cinco jóvenes chinos estaba sin empleo, según los datos oficiales, un récord que podría batirse el lunes con el anuncio de las estadísticas de junio.
La baja demanda provoca dudas en las empresas a la hora de contratar y hace que adopten una actitud de "ver y esperar" antes de expandir sus operaciones, afirma Harry Murphy Cruise, economista de la agencia de calificación Moody's.
El recuerdo de los repetidos confinamientos de 2022 y los giros abruptos de políticas contribuyen a estas vacilaciones, apunta.
"Desgraciadamente (...), se necesita un repunte de la actividad empresarial para animar la demanda. Este estancamiento debilita la actividad empresarial", añade.
Así, emerge ahora el fantasma de la deflación, una caída de los precios, que se sumaría a los problemas económicos del país asiático.
La inflación se quedó en cero el mes pasado y los precios de producción cayeron más de lo esperado, otra señal de una demanda débil.
- Palancas de crecimiento -
El crecimiento ya se ha visto lastrado por una crisis en el sector inmobiliario, antaño un motor económico.
Esto genera desconfianza en el consumidor, que deja de comprar inmuebles y prefiere ahorrar este dinero, contribuyendo también a la ralentización de la actividad, señala Teeuwe Mevissen, de Rabobank.
Las exportaciones también perdieron fuerza por las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y sus aliados, el frenazo de la economía mundial y la inflación global.
Tradicionalmente estas habían sido una palanca crucial del crecimiento de este país, conocido durante décadas como la "fábrica del mundo".
En junio, las exportaciones se hundieron 12,4%, su mayor declive en tres años, según los servicios de aduanas chinos.
Por todo ello crece la presión sobre las autoridades para intervenir con estímulos económicos, aunque de momento ha habido pocas acciones sustanciales de Pekín más allá de pequeños recortes de tipos de interés y promesas de tomar medidas.
El gobierno se impuso un objetivo de crecimiento del 5% para todo el año, uno de los más tímidos en décadas.
Los expertos entrevistados por la AFP auguran un progreso de 5,3% para este año, en línea con la proyección de 5,2% del Fondo Monetario Internacional.
El año pasado, la economía se expandió un 3%, muy por debajo del objetivo oficial de 5,5% y uno de los peores resultados en cuatro décadas.
Ch.Buidheach--NG