Nottingham Guardian - En un planeta con temperaturas extremas, Kuwait sabe bien de calor sofocante

En un planeta con temperaturas extremas, Kuwait sabe bien de calor sofocante
En un planeta con temperaturas extremas, Kuwait sabe bien de calor sofocante / Foto: YASSER AL-ZAYYAT - AFP

En un planeta con temperaturas extremas, Kuwait sabe bien de calor sofocante

Suelo pavimentado, altos palmerales, tiendas y terrazas de restaurantes llenas a rebosar: podría tratarse de una avenida ordinaria, pero esta arteria se sitúa en el interior de un centro comercial en Kuwait, uno de los países más calurosos del planeta.

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El decorado, en parte artificial, ofrece a quienes lo visitan una ilusión de vida normal en este pequeño petroestado del Golfo de 4 millones de habitantes, acostumbrados a veranos con temperaturas que rozan los 50 grados centígrados.

En el exterior, los viandantes son escasos, incluso en el histórico zoco, donde solo se perciben algunas siluetas y rostros cansados entre la bruma de los nebulizadores.

Abdallah Ashkanani solo abre su tienda de dátiles, que opera desde hace casi 30 años, "por las apariencias". "En verano, la mayoría de la gente se va, no hay nadie en el zoco", explica este comerciante de origen iraní de 53 años.

Protegidos por la lona transparente de la terraza de una cafetería, un grupo de kuwaitíes aprovechan el aire acondicionado. "Aguantamos (el calor) gracias al aire acondicionado, en la casa, el coche, este café...", confiesa Abu Mohammed, con vestido tradicional blanco y kufiya.

Pero este jubilado, que dice haber olvidado su edad, es consciente de que el sobreconsumo de energía, desde los rascacielos a los coches de gran cilindrada, han "traído este calor" al país.

Gran productor de petróleo, una industria que contribuye fuertemente al calentamiento global, Kuwait, a semejanza de otros países del Golfo, es uno de los mayores emisores de CO2 por habitante del mundo.

- Alargamiento de la canícula -

Con el hemisferio norte ya sufriendo altísimas temperaturas este verano, "lo que nos pasa a nosotros ocurrirá fuera" también, advierte Essa Ramadan, conocido experto kuwaití en meteorología.

Su país, al igual que el sur de Irak, sufre veranos particularmente cálidos y secos por su localización geográfica, apunta, y por el viento del noroeste, llamado shamal.

El desierto de Mitribah (norte) registra temperaturas de las más elevadas del mundo, por encima de 50 grados, por detrás del Valle de la Muerte en Estados Unidos.

Pero con un nivel de edificación galopante y un modo de vida energívoro, el calentamiento global se intensifica en los últimos 20 años, con una subida de las temperaturas y un alargamiento del periodo de calor extremo de "entre dos semanas y un mes", que ahora se estira hasta finales de septiembre, explica Ramadan.

Hasta finales del pasado siglo, Kuwait registraba unos 18 días donde las temperaturas superaban los 50 grados; desde los años 2000, se producen al menos 64 días de calor extremo, precisa el experto.

Dotado de unas reservas de crudo de las más importantes del mundo, el país solo ha empezado a invertir en transporte público y energías renovables en los últimos años, en particular con el proyecto Shagaya, su primera central solar fotovoltaica.

- Proyectos de energía renovable -

Situada bajo tutela del ministerio de Petróleo, la Autoridad pública del Medioambiente ha puesto en marcha varias iniciativas, de las cuales Shagaya es "la más importante", señala su directora general, Samira Al Kandari.

La primera fase del proyecto ya ha sido "concluida" y se prepara una segunda fase en la que las energías verdes pasen a constituir hasta "el 15% de nuestra producción de energía para 2035", explica, agregando que la intención es seguir aumentando ese porcentaje.

Mientras, a escala local empiezan a surgir algunas iniciativas individuales. Es el caso de Essa Al Essa, dentista de 46 años que en 2020, durante el confinamiento, fundó Kuwait Forest para plantar, en los suburbios de la capital, el "primer bosque" el país.

Los árboles, conocidos por su capacidad para absorber el dióxido de carbono, "son especialmente útiles en lugares contaminados, como zonas industriales y residenciales", indica.

Al Essa considera urgente plantar en estas últimas para atenuar los efectos de la actividad humana y salir del círculo vicioso que hace que "cuanto más refrigeramos nuestras casas, más calentamos el entorno".

S.Dennehy--NG