El clima y la ayuda a países endeudados, en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial
El Fondo Monetario Internacional (FMI) deberá encontrar un equilibrio entre ayudar a los países muy endeudados e implicarse más en la financiación de la transición energética, durante las reuniones anuales coorganizadas con el Banco Mundial que comienzan el lunes en Marruecos.
El pistoletazo de salida informal de la cita lo dará este jueves la directora del FMI, Kristalina Georgieva, con su tradicional discurso de inauguración en Abiyán.
Ambas instituciones son conscientes de la expectación que generan, en particular sobre la crisis climática después de las críticas recibidas por su supuesta falta de implicación.
Otro de los temas que acaparará la atención en la ciudad marroquí de Marrakech (centro-sur) es la gobernanza de ambas instituciones.
Los primeros anuncios podrían venir del Banco Mundial, cuyo presidente, Ajay Banga, defendió la idea de préstamos a tipos preferenciales para los países emergentes y un aumento de la capacidad de endeudamiento de 100.000 a 125.000 millones de dólares en 10 años.
Pero "las discusiones aún están en curso, no hay que esperar grandes anuncios", declaró a la AFP Danny Scull, del grupo de expertos E3G.
La principal novedad en ambas instituciones financieras podría ser la distribución de cuotas, modificada a favor de los países de bajos ingresos o emergentes, lo que aumentaría sus posibilidades de endeudamiento ante el BM y el FMI. Tanto el Fondo como el Banco saben que se espera que den un paso, pero llevan un año diciendo que no pueden actuar solos.
Durante la campaña para su elección como presidente del BM, Banga hizo campaña por involucrar al sector privado con el fin de acelerar la financiación de los proyectos necesarios en los países del Sur.
El lunes, en su informe anual sobre la estabilidad financiera mundial (GFSR), el FMI estimó que se necesita un aumento drástico de las inversiones para alcanzar la neutralidad de carbono hacia 2050.
- Países muy endeudados -
No todos comparten que se preste tanta atención al clima.
Varios países, principalmente los africanos, estiman que la erradicación de la pobreza y la ayuda a los países inmersos en una crisis de deuda debería prevalecer sobre la financiación de la transición climática.
Más de una veintena de países están cerca o ya sufren sobreendeudamiento en África subsahariana, recordó el miércoles el Banco Mundial. Hay que añadir Egipto, que ya cuenta con un plan de ayuda del FMI, y Túnez, donde se han iniciado negociaciones.
La presidenta de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, lamentó el miércoles la lentitud de las negociaciones sobre los países endeudados.
"Me gustaría que en los debates se planteara la cuestión de la deuda (...), es un problema importante", insistió, en un momento en el que casi la mitad de la humanidad vive en un país que gasta más en pagar la deuda que en educación o salud.
Los países africanos obtendrán una pequeña victoria con la probable asignación de un tercer puesto en el consejo de administración del BM durante las reuniones de Marrakech, una oportunidad para hacerse oír con más fuerza.
Rebecca Thissen, de Climate Action Network, lo considera insuficiente. Para ella lo esencial sería conseguir que fueran "más democráticos y más transparentes" en vez de mantener un "control de los países del Norte, en particular de Estados Unidos".
Como los países son accionistas, su participación es proporcional al PIB, lo que da un mayor peso a Estados Unidos y Europa pese al reequilibrio en curso en favor de los grandes países emergentes.
Las reuniones de la próxima semana se celebran en un clima geopolítico tenso, particularmente entre China y Estados Unidos, que complica las cosas y podría retrasar las reformas.
A.Kenneally--NG