Las crisis sucesivas han debilitado a los países emergentes, según un estudio
Los países emergentes han salido en general bastante debilitados de las crisis sucesivas que han sacudido la economía mundial desde el comienzo de la pandemia y que han sumido a Argentina, Pakistán y Túnez en apuros económicos agudos.
Donde más se ha deteriorado la situación en menos de cinco años ha sido en estos tres países y en Sri Lanka, como cabía esperar, según un estudio del Centro para el Desarrollo Global (CGD), denominado Indicador de Resiliencia.
De hecho, tres de estos países se encuentran actualmente bajo un programa de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), y el cuarto, Túnez, suspendió las negociaciones con la institución, negándose a aplicar las reformas que le recomendaba para obtener el préstamo.
En términos más generales, el 60% de los países analizados tienen ahora un déficit público superior al 4%, es decir, el doble que en 2019, el año del estudio anterior.
Y lo que es peor: casi un tercio de los países estudiados se enfrenta a una necesidad de financiación externa cercana al 100%, es decir, alrededor de una decena de países, mientras que en 2019 solo la necesitaban los cuatro citados anteriormente.
"Los mercados emergentes son actualmente más vulnerables, en su conjunto, de lo que eran. Debemos prestar atención a las señales de alerta y es fundamental identificar los países que son más vulnerables", afirmó la creadora del Indicador y directora de la Iniciativa América Latina del CGD, Liliana Rojas Suárez.
Algunos países ya presentaban un perfil preocupante antes de las múltiples crisis de los últimos años, otros, por el contrario, parecían protegidos, y aún así su situación de ha complicado.
Es el caso de China, que lleva más de tres años sumida en una crisis prolongada en su sector inmobiliario, uno de los principales contribuyentes a su crecimiento (más del 30%) y que ahora podría desestabilizar al financiero. Además las autoridades públicas, sobre todo las locales, están muy endeudadas.
Colombia es otro ejemplo. Cayó siete puestos hasta el 23 debido sobre todo a un aumento de 20 puntos porcentuales en su ratio de deuda, un nivel de inflación más alto que en otros países de la región y un crecimiento débil. El FMI prevé una inflación del 11,4% y un crecimiento económico del 1,4% en el país para 2023.
Por el contrario, la economía se mantuvo sólida en varios países emergentes, como Indonesia, Perú, Tailandia, Bulgaria, Guatemala y Chile.
La posición de Ecuador en el ránking también ha mejorado considerablemente al subir 11 peldaños desde la quinta peor posición en 2019, pero "refleja una trayectoria errática que hay que vigilar con cuidado", se lee en el texto.
El estudio llama la atención sobre sus problemas fiscales y "el debilitamiento de la calidad institucional del país" que "están revirtiendo sus avances en resiliencia".
Angola también ha experimentado una gran mejoría después de varios años de ajuste presupuestario.
En su reunión anual del mes pasado, el FMI alertó de importantes obstáculos para los mercados emergentes y las economías en desarrollo (EMDE) como la persistencia de altas tasas de interés o la incertidumbre provocada por sucesos geopolíticos y la reciente crisis en Oriente Medio. Estos riesgos podrían afectar por ejemplo a los precios del petróleo.
C.Queeney--NG