El grupo francés Vivendi completó la toma de control de Lagardère
El gigante francés de los medios de comunicación, Vivendi, anunció el martes la finalización de su fusión con su rival Lagardère, del cual posee casi el 60% de las acciones.
Con esta operación que comenzó hace varios años, el grupo controlado por la familia del magnate Vincent Bolloré gana volumen y podrá "ejercer plenamente un poco más del 50% de los derechos de voto" en Lagardère, según un comunicado.
Vivendi se convierte en particular en "un líder mundial en la edición" gracias a la adquisición de Hachette Livre, el principal editor francés y el tercero a nivel mundial.
También obtiene una red de distribución en estaciones de tren y aeropuertos.
Finalmente, adquiere varios medios de comunicación nacionales (Le Journal du Dimanche, Paris Match, Europe 1) y lugares de espectáculos famosos (Casino de Paris, Folies Bergère...).
En España, Vivendi está presente en el grupo de prensa Prisa, e indirectamente, en agencias de comunicación a través de su filial Havas.
"Esta fusión es efectiva tras la finalización de las dos cesiones a las que Vivendi se comprometió con la Comisión Europea, a saber, la del 100% del capital de Editis a International Media Invest (IMI), que tuvo lugar el 14 de noviembre, y la de la revista Gala (que pertenecía a Prisma Media) al Grupo Figaro, finalizada hoy", explica Vivendi en su comunicado.
En total, Vivendi pasa de 38.000 a "aproximadamente 66.000 empleados presentes en todos los continentes", y se especifica que su facturación aumentaría, en una base comparable a la de 2022, en un 72%, hasta 16.500 millones de euros (unos 18.000 millones de dólares).
"Esta fusión es una oportunidad para nuestros dos grupos. (...) Nuestras actividades, tanto en términos de cartera de productos como de ubicación geográfica, se complementan perfectamente", declaró Yannick Bolloré, presidente del consejo de supervisión de Vivendi, citado en el comunicado.
Vivendi pospuso ayer 18 meses la fecha límite para adquirir hasta el 30% adicional del capital de Lagardère, a través de un mecanismo de derechos de cesión iniciado durante su OPA sobre el grupo en 2022.
Sin embargo, el grupo, que ya es propietario de Canal+, sigue amenazado por una investigación de Bruselas sobre una posible toma de control anticipada de su objetivo, una infracción que, si se confirma, no afectaría la adquisición, pero podría costarle hasta el 10% de su facturación total.
O.Somerville--NG