Una rehén liberada preguntó al jefe de Hamás si no estaba "avergonzado" por sus actos, según su nieto
La israelí Yocheved Lifshitz, de 85 años, que permaneció más de dos semanas secuestrada por Hamás en Gaza, contó que durante su cautiverio se encontró frente a frente con el jefe de la milicia islamista, a quien increpó preguntándole si no estaba "avergonzado" por sus actos, refirió su nieto.
Milicianos islamistas irrumpieron el 7 de octubre en la casa de Lifshitz, en el kibutz (cooperativa agrícola) de Nir Oz, en el sur de Israel, y dispararon a su marido en la mano.
A ella se la llevaron en moto y la condujeron a la red de túneles de la Franja de Gaza.
En ese laberinto "muy húmedo" y "muy profundo" de cuartos y pasajes subterráneos su abuela se topó con el jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinuar, y no dudó en encararlo, cuenta su nieto Daniel a la AFP en Tel Aviv.
"Dijo que lo vio y que le dijo: '¿No está avergonzado? ¿Cómo no están avergonzados de hacer este tipo de cosas a personas que lucharon toda su vida por la paz?'", aseguró Daniel, en base al relato de su abuela.
Sinuar, considerado como uno de los artífices del ataque del 7 de octubre, "permaneció en silencio", añadió.
La AFP no pudo verificar de manera independiente las afirmaciones sobre el encuentro de Lifshitz y la persona más buscada por Israel.
Las autoridades de Hamás rechazaron confirmar si el encuentro tuvo lugar.
- Una "última mirada" -
Sinuar, de 61 años, conocido por su secretismo y su compromiso con la lucha armada, aprendió hebreo durante los 23 años que pasó en las cárceles israelíes.
Es uno de los miembros fundadores de Hamás y uno de los comandantes de su brazo armado. Antes de ser elegido líder de Hamás en Gaza en 2017, dirigió la unidad de inteligencia de Hamás que castiga a los "colaboradores" con Israel.
Lifshitz fue liberada el 23 de octubre junto a Nurit Cooper, de 79 años, otra habitante de Nir Oz.
Su esposo, Oded, de 83 años, sigue retenido en Gaza.
Hamás aseguró que liberó a las dos mujeres por razones humanitarias. Al día siguiente de su liberación, Lifshitz afirmó que sus secuestradores habían sido "corteses" y que les habían "tratado bien", con frecuentes visitas de un médico.
Pero su nieto Daniel manifestó el jueves que su abuela había estado en peligro de muerte. "Le dio una infección de estómago ahí, perdió casi 10 kilos, habría muerto si se hubiera quedado ahí", dijo.
Yocheved no ha visto a su esposo Oded desde que fueron secuestrados, dijo Daniel. "La última mirada de mi abuela hacia él fue cuando ya estaba en la moto", detalló.
"Esa fue la mirada, después de 63 años de matrimonio", señaló.
Tras el ataque del 7 de octubre, Israel prometió eliminar a Hamás y desató una campaña de ataques aéreos y terrestres en Gaza.
Con ayuda de Catar, Egipto y Estados Unidos, ambas partes lograron negociar una tregua, que entró en vigor el 24 de noviembre y permitió canjear a decenas de rehenes por presos palestinos.
Pero los bombardeos se reanudaron este viernes, tras el fracaso de las negociaciones para extender el cese el fuego.
Según Israel, los milicianos islamistas mataron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240 en su incursión del 7 de octubre.
Los bombardeos de represalia israelíes mataron a más de 15.000 habitantes de Gaza, igualmente civiles en su gran mayoría, según el gobierno de Hamás en ese territorio.
T.M.Kelly--NG