Las playas de Tel Aviv, un "respiro" para evadirse del horror de la guerra
Conocida por su dinamismo económico y vida nocturna, Tel Aviv se convirtió en una ciudad medio fantasma tras los atentados de Hamás del 7 de octubre, pero poco a poco sus habitantes regresan a las playas de la localidad israelí.
Sus habitantes vuelven a los bares y restaurantes al lado de la playa, así como al mar para bañarse o hacer deporte.
Es el caso de Miki Levi, un apasionado del surf. "Hice un poco de surf, pero no hay suficientes olas", explica este ingeniero, de 40 años.
Considera el surf como su "iglesia". "Me conecto con la naturaleza y conmigo mismo. Me sirve para meditar. Cuando vivo momentos difíciles, me gusta practicarlo todavía más", asegura Levi
Como muchos otros habitantes de Tel Aviv, dejó de ir a la playa después de los ataques del 7 de octubre, en que la organización islamista palestina mató a casi 1.140 personas y secuestró a unas 250, según datos de las autoridades israelíes.
Tras esos atentados, Israel inició una devastadora ofensiva en la Franja de Gaza, donde acabó con la vida de cerca de 18.800 personas, según el balance del ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás.
Con una reputación de progresista en contraposición a la conservadora Jerusalén, Tel Aviv perdió una parte de su espíritu festivo y alegre desde el inicio de esta guerra, una de las más sangrientas en el largo conflicto entre israelíes y palestinos.
La ciudad no solo vive bajo la amenaza de los lanzamientos de misiles desde Gaza, sino también desde el sur del Líbano por parte de Hezbolá, aliado de Hamás.
Sara Nazar, de 21 años, empezó a hacer yoga a partir del 7 de octubre.
"Mi cuerpo lo necesitaba, mis músculos lo necesitaban", afirma esta estudiante, que empezó esa actividad en su domicilio y ahora la practica en la playa.
- La sombra de los rehenes -
Oshra y Dora caminan "todos los días" cuatro kilómetros a lo largo de la playa.
"Es un respiro respecto a todo lo que vemos en la televisión", afirma Dora.
En la playa de Geula, no solo hay gente haciendo deporte, sino también familias descansando en la arena o jóvenes bebiendo alcohol y escuchando música.
En el paseo de Shlolo Lahat, se ve cada vez más a deportistas que salen a correr o ir en bicicleta.
Numerosos ciclistas llevan colgadas fotografías de los rehenes retenidos en Gaza y en las señales de circulación se pueden ver grafitis con el mensaje "Bring them home now" ("Devolvedlos ahora a casa").
Desde enero y hasta septiembre, las calles de Tel Aviv fueron el escenario de manifestaciones multitudinarias contra la polémica reforma judicial del gobierno encabezado por Benjamin Netanyahu. Ahora las concentraciones diarias de familiares de los rehenes sustituyeron a esas protestas.
Varias decenas de ellos se manifestaron el viernes tras el anuncio de la muerte de tres rehenes, abatidos "por error" por el mismo ejército israelí.
"Cada día muere un rehén", lamentaba uno de los manifestantes en una pancarta.
Pese a la voluntad incipiente de un retorno a la normalidad en las playas de Tel Aviv, la sombra de los rehenes y el conflicto sigue presente.
D.Gallaugher--NG