Preservar la rutina pese a la guerra, el desafío de una escuela israelí en Jerusalén
A las 08H55, los alumnos del 5º 1 del colegio-liceo de la Academia de música y danza de Jerusalén salen precipitadamente de su salón para bajar al refugio antimisiles. Un ejercicio sorpresivo que se hace cada semana desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
La treintena de adolescentes bajan dos pisos para congregarse en la pieza reforzada equipada con una puerta blindada.
Tras hacerlo en múltiples ocasiones, a veces durante alertas reales de misiles, las bromas aumentan. Dos muchachos inician una melodía improvisada a cuatro manos en un piano, que está en mitad de la pieza.
Tres meses después del inicio de la guerra, desencadenada el 7 de octubre por un sangriento ataque de Hamás en el sur de Israel, la dirección del establecimiento israelí de 350 alumnos tiene como prioridad mantener la rutina habitual.
- "Como los otros" –
"Preservar la rutina de los alumnos" para proteger su equilibrio físico es el leitmotiv de la directora, Ilana Uritsky. "Es nuestra orden de movilización. Debemos ser fuertes por los niños y sus familias", dice.
Offira Gargi, profesora principal de la clase de 5º 1 dice que solo habla del conflicto cuando "ocurre algo (muy importante)". "Queremos que sigan siendo niños (...) como todos los otros", dice.
"No tengo ni la paciencia ni el tiempo para ocuparme de asuntos tristes que llevan a todos a deprimirse (...). Quiero concentrarme en mi vida, en la música", dice Aluma Bartov, de 12 años de edad.
Semejante placidez aparente se percibe en su compañera de clase Peleh Nahum, quien dice que los adultos "nos protegen" y que "si hay misiles vamos al refugio".
La burbuja protectora de la escuela está lejos de ser hermética. En el lobby, en una pequeña mesa con un mantel oscuro, está la foto de un joven tras una vela: Elisaf Shoshan, de 23 años, sargento reservista y ex pianista de jazz de la escuela, muerto en los combates en la franja de Gaza.
Al frente se ve la bandera israelí sobre fotografías de rehenes retenidos por combatientes palestinos en la franja de Gaza.
El ataque de Hamás el 7 de octubre llevó a la muerte de unas 1.140 personas, en su mayoría civiles, según recuento de la AFP basado en el balance israelí. Unas 250 personas fueron secuestradas y más de un centenar liberadas durante una tregua a fines de noviembre.
Los bombardeos y las operaciones en el terreno del ejército israelí en represalia en la franja de Gaza han causado 22.830 muertos, en su mayoría civiles, según un balance del ministerio de la Salud de Hamás.
Desde el inicio de las hostilidades, más de 500 miembros de las fuerzas de seguridad israelí murieron, entre ellos 176 soldados en combates en Gaza.
- "Estar aun más atento" –
Al miedo "existencial" de las primeras semanas tras la masacre del 7 de octubre, siguió el "sentimiento de culpabilidad" de muchos alumnos que vienen a hablarle, dice Nahir Bar-Osher, el consejero psicológico de la escuela.
El asunto de saber "cómo seguir mi rutina cotidiana cuando la gente muere, mis amigos son asesinados, mis primos son matados" nos afecta, agrega.
Unos 360.000 israelíes, de una población de más de nueve millones de habitantes, fueron movilizados como reservistas desde el inicio del conflicto.
Muchas familias israelíes tienen al menos un soldado en la guerra en el marco del servicio militar (32 meses para los hombres, dos años para las mujeres) o como reservistas.
"Comprendí poco a poco lo que pasaba en la vida de cada familia y por eso debo estar presente, escuchar más para ayudar más que en tiempo normal", afirma la profesora Offira Gargi.
G.Lomasney--NG