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Países ricos y en desarrollo retoman el pulso sobre la biodiversidad en Roma
La 16ª conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad se reanudará en Roma el 25 de febrero para intentar desbloquear el conflicto Norte-Sur sobre los fondos destinados a detener la destrucción de la naturaleza de aquí a 2030.
En un contexto geopolítico complicado, los 196 países signatarios del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) han sido convocados a tres días de negociaciones en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), casi cuatro meses después de la abrupta suspensión de los trabajos en Colombia.
El 2 de noviembre en Cali, la COP16 sobre biodiversidad tuvo que ser aplazada tras una sesión maratónica, debido a una fuerte disputa entre los países ricos y el resto del mundo, encabezado por Brasil y África.
La mayor de las COP sobre biodiversidad, que reunió a un número récord de 23.000 participantes en la exuberante selva colombiana, tenía una misión central: impulsar la aún tímida implementación del acuerdo de Kunming-Montreal.
Sellado a finales de 2022, este acuerdo establece un plan para proteger el planeta y sus seres vivos de la deforestación, la sobreexplotación de los recursos, el cambio climático y la contaminación. Entre sus 23 objetivos de aquí a 2030 destaca la creación de áreas protegidas que cubran el 30% de las tierras y los océanos.
El acuerdo fija un objetivo global de 200.000 millones de dólares en gastos anuales para la naturaleza, de los cuales 30.000 millones deberían provenir de los países desarrollados para 2030 (un aumento respecto a los aproximadamente 15.000 millones desembolsados en 2022, según la OCDE).
¿Cómo movilizar los fondos?
Desde Cali, ni los países ricos –liderados por la Unión Europea, Japón y Canadá, en ausencia de Estados Unidos, que no es signatario del CDB– ni los países en desarrollo han cedido en sus posiciones.
"Por ahora, no hay más razones para que se llegue a un acuerdo en Roma que en Cali", teme Arnaud Gilles, del WWF Francia.
Y "las señales internacionales no son alentadoras": el posible regreso de Donald Trump, las negociaciones estancadas sobre un tratado contra la contaminación plástica y un acuerdo mínimo sobre la financiación climática de los países ricos en la COP29 de Bakú en noviembre.
"Algunos países, como Arabia Saudita en el tema de los combustibles fósiles, están adoptando una estrategia de sabotaje sistemático de las ambiciones climáticas y ambientales", observa este experto.
En contraste, el director de la ONG Campaign for Nature se muestra "cautelosamente optimista": el fracaso en Cali "sirvió como una señal de alarma" y "ha llevado a algunos países a reevaluar sus posiciones", afirmó Brian O'Donnell a la AFP.
A pesar de la crisis política en su país, la presidencia de la COP16, en manos de la ministra colombiana dimisionaria Susana Muhamad, se ha mantenido activa y ha realizado consultas regionales.
- Un "mecanismo financiero" -
En Roma, los países –154 han confirmado su participación– retomarán un proyecto de compromiso propuesto por Colombia, que sugiere un "proceso" de negociaciones para crear, antes de la COP17 en 2026 en Armenia, un nuevo "instrumento financiero" de ayuda al desarrollo, bajo la autoridad de la ONU y con mayor representación de los países pobres.
Sin embargo, los países desarrollados, muchos de ellos en crisis presupuestaria, ven en esto otro "fondo" internacional más y prefieren reforzar los fondos existentes, que actualmente cuentan con recursos limitados.
"Hay que dejar de lado la obsesión por los fondos", repitió el lunes la ministra francesa Agnès Pannier-Runacher, quien abogó por el desarrollo de "créditos de biodiversidad" para movilizar el financiamiento privado.
Las propuestas colombianas "son muy cuestionadas por los países del Norte, pero más o menos aceptadas por los del Sur", señala Daniel Mukubi, negociador de la República Democrática del Congo.
Para lograr el éxito, "es necesario que se forme una alianza entre países con una visión constructiva", considera Juliette Landry, del centro de investigación IDDRI.
La COP16 logró otros avances en Cali, como la creación de un órgano permanente para representar a los pueblos indígenas en la CDB.
También se aprobó la creación de otro fondo, que deberá ser financiado por empresas que se benefician de la secuenciación del genoma de animales o plantas de países en desarrollo (como la vainilla, por ejemplo).
No obstante, la eficacia de este "Fondo Cali", que busca compensar la deuda del Norte por una supuesta explotación de los recursos naturales del Sur, sigue siendo incierta.
G.Lomasney--NG