Nottingham Guardian - Detox digital o las noches londinenses sin teléfono móvil

Detox digital o las noches londinenses sin teléfono móvil
Detox digital o las noches londinenses sin teléfono móvil / Foto: HENRY NICHOLLS - AFP

Detox digital o las noches londinenses sin teléfono móvil

"¡Lo dejo con mucho gusto! Para eso vine", dice Lois Shafier, de 35 años, desprendiéndose de su teléfono móvil en la entrada de una fiesta del "Offline Club" de Londres. Aquí no hay mensajes, ni redes sociales, solo encuentros en el mundo real.

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Las entradas para estas "desintoxicaciones digitales" de dos horas están agotadas. A mediados de febrero, la taquilla volvió a colgar el cartel de "completo" con más de 150 asistentes, la mayoría entre 20 y 35 años.

Por disfrutar de ese momento sin teléfono pagaron 9,50 libras (unos 12 dólares).

"Somos la generación de la tecnología y las redes sociales, pero estamos hartos. Queremos reconectarnos con el mundo real", afirma Bianca Bolum.

Es la segunda vez que esta diseñadora de joyas de 25 años participa en una de estas fiestas. Viene sola y espera conocer a otras personas.

Según Ofcom, organismo regulador del sector de las telecomunicaciones en el Reino Unido, los británicos de entre 25 y 34 años se conectan una media de cuatro horas y tres minutos por día a su móvil.

Liliann Delacruz, de 22 años, explica que pasa unas diez horas diarias conversando con su familia o amigos y navegando en redes sociales. "Estoy aquí para salir de mi burbuja", afirma esta estudiante.

En las mesas en las que se sientan los participantes hay juegos, material para pintar o hacer otras actividades manuales.

"Haber dejado mi teléfono es liberador", afirma Harry Stead, un ingeniero de 25 años. "A menudo siento la necesidad de mirarlo", reconoce, por miedo a perderse algo.

- "Epidemia de soledad" -

Lois Shafier se confiesa "adicta" al teléfono, algo que afirma "odiar". Esta ejecutiva de 35 años vino acompañada de una amiga con la que conversa mientras cosen.

Si estuviera en casa, "seguro" que estaba pegada a su teléfono. De hecho, cuando la fiesta termina, lo enciende rápidamente.

Resulta irónico que los participantes conocieron la existencia del club a través de las redes sociales.

"No estoy en contra de la tecnología. No digo que haya que deshacerse del teléfono", explica Ben Hounsell, de 23 años, fundador de este club londinense. Pero "mucha gente se da cuenta de que dejarlo unas horas les hace bien", afirma.

Desde que se abrió el club a finales de octubre, han participado más de 2.000 personas. "Está creciendo rápidamente", explica.

Este tipo de club ha llegado también a París, Barcelona y Dubái. El primero fue creado hace un año en Ámsterdam, por Ilya Kneppelhout y dos amigos.

Para Kneppelhout, existe "adicción" al móvil y a las redes sociales. "Nos enganchamos sabiendo que no nos hace bien", señala.

Estos clubes sin conexión también responden a "una epidemia de soledad". "La gente busca una interacción real con otras personas, lejos de las pantallas", explica.

- "Tomar el control" -

Ilya Kneppelhout se inspiró en clubes de lectura, como Reading Rhythms, en Nueva York, o el Silent Book Club, en varias ciudades del mundo, donde la gente se reúne para leer en compañía de otras personas.

Para desconectarte del teléfono durante varios días, existen lugares de retiro en muchos países.

Incluso algunos 'influencers' intentaron bajar el ritmo. La francesa Léna Mahfouf relató a sus millones de seguidores su "mes sin conexión" en noviembre.

Venetia La Manna, escritora y creadora de contenido, conocida por su trabajo en temas de justicia social, sostenibilidad y bienestar emocional, se desconecta todos los fines de semana y lo da a conocer con el hashtag #offline48. "Estoy más con mis seres queridos. Duermo mejor. Soy más creativa", explica a AFP.

En la mayoría de casos, los móviles y redes sociales "no dañan la salud mental", afirma Anna Cox, profesora de la Universidad UCL de Londres, especializada en la interacción entre humanos y tecnologías.

Se trata más, afirma, de las "oportunidades perdidas", por ejemplo de conversar con tu pareja.

Pero existen "estrategias excelentes" para controlar el uso del teléfono y redes sociales, como aplicaciones que establecen límites de tiempo. Configurar las pantallas en blanco y negro también las hace menos atractivas.

"Necesitamos educarnos, especialmente los jóvenes, para tomar el control de nuestros dispositivos", enfatiza.

Ch.Hutcheson--NG