Nottingham Guardian - Escuchar aves, una forma de incluir a personas con discapacidad visual en Venezuela

Escuchar aves, una forma de incluir a personas con discapacidad visual en Venezuela
Escuchar aves, una forma de incluir a personas con discapacidad visual en Venezuela / Foto: Juan BARRETO - AFP

Escuchar aves, una forma de incluir a personas con discapacidad visual en Venezuela

A lo lejos vocaliza un perico cara sucia, a la izquierda un colibrí diamante bronceado coliazul... "¡Perico!,¡Perico!", detecta emocionado Reiman Velásquez, que camina del brazo de su hijo en un parque de Caracas atento a los sonidos de las aves.

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Se aproxima el atardecer y un grupo de 23 personas, la mitad ciegos, recorre el lugar para identificar aves a través de sus cantos guiados por Rosaelena Albornoz, una especialista en observación de aves que busca incluir a esta población en el fascinante mundo del pajareo.

De a ratos las bocinas estridentes de los autos se mezclan con la sinfonía de pájaros, que comienzan a buscar refugio entre las copas de los árboles antes del anochecer o de hacer su última comida del día.

Ese ruido no los distrae: todos se concentran en escudriñar los sonidos del bosque y logran identificar vocalizaciones tan particulares como la producida por un diminuto colibrí que sobrevuela zigzagueante para alimentarse entre las flores.

"Pi,pii,pii"... "¡Un colibrí!", coinciden varios emocionados, al identificar el pitido que se combina con un zumbido veloz.

"Ua, uaaa, uaaa"...Las guacamayas, muy comunes en la capital de Venezuela, emiten sonidos inconfundibles que son más frecuentes al amanecer o al caer la tarde. "Se llama 'llamado de vuelo'", dice Velásquez, en alusión a los llamados que se producen entre las aves para agruparse.

"Los ciegos ven de otra manera", reflexiona Albornoz, que días antes compartió una lista con los nombres y audios de algunas de las 285 especies avistadas en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, un pulmón vegetal de unas 82 hectáreas abrazado por la montaña del Ávila, símbolo de Caracas.

Pero no solo las personas con discapacidad visual necesitan de su sentido del oído para identificar las aves. Antes de comenzar el recorrido Albornoz explica que al menos un 60% de las especies son más fáciles de identificar escuchándolas.

"Hoy en la mañana mi mamá vio un azulejo en el patio", le responde una entusiasta niña al referirse al hallazgo previo de su madre discapacitada visual, a quien lleva tomada de la mano.

La mujer logró identificar al ejemplar -Thraupis episcopus- luego de grabarse en su memoria los acordes de su canto.

- "Muy gratificante" -

En la primera línea de observadores, Velásquez, de 41 años, sobresale como el que más ha logrado identificar aves, incluso se aprendió sus nombres científicos gracias a audios compartidos por la guía.

"Me gustan bastante las aves", comenta sonriente.

Un cristofué, un ave que debe su nombre a uno de los cantos en los que pareciera pronunciar dicha palabra, se escucha atrás.

Velásquez levanta su mano izquierda como buscándolo, orientado por el sentido de las agujas del reloj.

La alegría desborda a Oswaldo Oviedo, de 41 años, quien perdió la visión a los 35 como consecuencia de una intoxicación severa. Lo emociona ayudar en actividades de inclusión como esta.

"El trino de las aves es lo que más disfrutamos cuando vamos a la montaña", dice Oviedo, al frente de una agrupación llamada Visión Deportiva, que apoya a personas con discapacidad visual.

Vicente Alejandro Hernández, de 28 años, dice que escuchar aves le resulta "muy gratificante". "Para las personas discapacitadas visuales el mundo auditivo es muy importante", asiente su madre, Consuelo Ramírez de Hernández, quien lo acompaña a escuchar aves.

Esta actividad busca animar e incluir. "Que las personas no se queden en sus casas y sepan que hay una vida después de perder la vista", afirma Oviedo.

S.Dennehy--NG