El incendio en Tenerife empieza a normalizarse tras quemar casi 4.000 hectáreas
El incendio que ha arrasado casi 4.000 hectáreas en la isla española de Tenerife, en el archipiélago canario, comenzó a normalizarse el viernes, tras 48 horas de propagación incontrolada e imprevisible por las complejas condiciones meteorológicas.
El incendio forestal, que se declaró el martes por la noche, quemó unas 3.800 hectáreas en un perímetro de 42 kilómetros, según los últimos datos de las autoridades, que movilizaron a más de 250 bomberos, 16 aviones y más de 200 miembros de la Unidad Militar Especial (UME) del Ministerio de Defensa, que responde a los incendios más graves en España.
"Esta noche, por lo menos, el incendio" y "la meteorología" se comportaron "con normalidad", dijo en conferencia de prensa Fernando Clavijo, presidente regional de las Islas Canarias, el archipiélago español situado frente a la costa noroeste de África.
"Las dos noches anteriores habíamos visto que los vientos, la temperatura y el comportamiento del propio incendio había sido bastante inusual", aclaró.
Sin embargo, aún no se ha estabilizado y las autoridades estudiarán por la tarde si levantan el confinamiento de La Esperanza, localidad próxima al flanco norte del fuego, donde los bomberos concentran sus esfuerzos.
Alrededor de 3.000 personas han sido evacuadas y casi 4.000 confinadas en sus casas desde que se declaró el incendio, mientras que el Parque Nacional del Teide, popular destino turístico, permanece cerrado desde la noche del jueves.
La nube de humo, visible en imágenes de satélite, se ha elevado por encima de la cima del Teide, el volcán que se alza sobre la isla y el pico más alto de España, con 3.715 metros, mientras que los principales focos del incendio se localizan en colinas boscosas a unos veinte kilómetros más abajo, cerca de varios pueblos.
La isla ha vivido incendios de mayor envergadura en cuanto a superficie quemada, sobre todo en 2007, pero las condiciones meteorológicas y la topografía de éste llevaron a Fernando Clavijo a decir el jueves que el archipiélago se enfrentaba a su incendio "más complejo" en 40 años.
El fuego creó "su propia meteorología", según las autoridades, con una nube de humo de varios kilómetros de altura.
Aunque la intensidad de las llamas disminuyó durante la noche, el jefe de los servicios forestales, Pedro Martínez, advirtió de que en las horas más calurosas del día éstas "se van a reactivar", y que el fuego permanecía activo en "prácticamente" en todo el perímetro.
M.Sullivanv--NG