El dinero público es esencial contra el cambio climático, afirma el jefe de la agencia de la ONU para el clima
Para luchar y adaptarse al cambio climático, las naciones deberán utilizar esencialmente el dinero público, declaró este jueves Simon Stiell, jefe de la ONU Clima, en alusión a los países desarrollados.
Cerca de 200 países se reunirán del 11 al 22 de noviembre en Bakú para la gran conferencia anual de la ONU sobre el cambio climático (COP29).
Esa COP está centrada en fijar un nuevo objetivo de financiamiento ("Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado", o NCQG según su sigla en inglés).
"No me corresponde prejuzgar la forma que tomará este nuevo objetivo. Pero está claro que el financiamiento público debe estar en el centro del sistema", declaró en un discurso el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
"Una parte tan grande como sea posible de este financiamiento debe concederse en forma de subvenciones o préstamos concesionarios, y debe ser más accesible para aquellos que más lo necesitan", insistió Stiell.
El nuevo objetivo reemplazará el fijado en 2009, que estipulaba que los países ricos proporcionarían 100.000 millones de dólares al año en financiamiento para los países en desarrollo, una cifra alcanzada con dificultad en 2022.
Las posiciones siguen siendo distantes en cuanto al monto del nuevo paquete, lo que debe incluirse en él y quién debe contribuir.
Los países desarrollados insisten en que sus recursos presupuestarios son limitados y que el financiamiento público representará solo una "parte" del total, que también deberá incluir financiamiento privado.
Además, quieren ampliar la base de contribuyentes hacia países que hoy en día tienen los medios para pagar, desde China hasta Corea del Sur.
"La cuestión clave de quién paga y cuánto se puede resolver en Bakú, pero no iremos allí para renegociar el Acuerdo de París", subrayó también Stiell.
El Acuerdo de París de 2015 instó a los países desarrollados a "seguir liderando la movilización de fondos para la acción climática provenientes de una amplia gama de fuentes".
También preveía establecer un nuevo objetivo "antes de 2025".
Stiell envió un mensaje al Banco Mundial y al FMI, que próximamente celebrarán sus asambleas anuales.
Esas instituciones deben lanzar "nuevas señales" para que los países en desarrollo dispongan de fondos "para la acción y la inversión climáticas, y no de deudas devastadoras y costos de capital astronómicos".
W.P.Walsh--NG