El aeropuerto de Bagdad es alcanzado por cohetes que provocan daños materiales
Seis cohetes fueron disparados este viernes al amanecer contra el aeropuerto de Bagdad, sin causar víctimas pero sí daños en un avión civil, en el último de una serie de ataques que Estados Unidos suele imputar a facciones proiraníes.
Estos actos, que nunca son reivindicados, suelen tener por blanco los intereses estadounidenses y las tropas de la coalición internacional antiyihadista en Irak, cuya salida reclaman los grupos armados partidarios a Irán.
Los seis cohetes cayeron en zonas de estacionamiento y en las pistas, según estas fuentes. "Un avión civil [vacío] fue alcanzado y resultó dañado", indicaron las fuentes.
El avión que fue alcanzado es un Boeing 767 de la compañía iraquí Iraqi Airways que estaba siendo reparado, indicó otra fuente del aeropuerto.
La compañía publicó en redes sociales fotos del avión dañado, que presentaba un enorme agujero cerca de la cabina. Según la aerolínea, el avión estaba ya "fuera de servicio" e inmovilizado, y señaló que los vuelos de la compañía no se verían afectados. El ataque todavía no ha sido reivindicado.
En las últimas semanas los lanzamientos de cohetes o los ataques con drones golpearon la denominada "Zona Verde" donde está la embajada estadounidense.
Según una fuente de la coalición, el 3 de enero, los militares estadounidenses derribaron dos drones armados que apuntaban contra una sección diplomática estadounidense instalada en el aeropuerto de Bagdad y contra las bases en las que están estacionadas las tropas de la coalición, que luchan contra los yihadistas.
El 13 de enero, tres personas -incluyendo dos niños- resultaron heridas por un cohete que impactó en una escuela de la "Zona Verde". Al mismo tiempo, otros dos cohetes cayeron en el complejo de la embajada estadounidense, sin causar heridos.
El 9 de diciembre, Irak anunció el "fin de la misión de combate" de la coalición, que sin embargo mantiene efectivos en territorio iraquí, donde efectúan valores de formación y asesoramiento.
En la práctica, en Irak hay desplegados unos 2.500 militares estadounidenses y alrededor de un millar de soldados de países miembros de la coalición, repartidos en tres bases gestionadas por las fuerzas armadas iraquíes.
La ola de ataques se intensificó desde principios de año, con Irán y varios grupos aliados conmemorando el segundo aniversario del asesinato del general iraní Qasem Soleimani y de su mano derecha iraquí Abu Mehdi al Muhandis, abatidos por un dron estadounidense en Irak el 3 de enero de 2020.
También se produce en un contexto poselectoral tenso, caracterizado por unas negociaciones interminables para formar una coalición parlamentaria, nombrar un primer ministro y un nuevo gobierno.
El pasado martes, tres cohetes impactaron cerca de la casa del presidente del parlamento iraquí, Mohamed al Halbusi, quien renovó en el cargo para un segundo mandato.
M.Scott--NG