Arqueólogos reconstituyen los "tesoros de Mesopotamia" destruidos en Irak por los yihadistas
Una década después de que combatientes yihadistas saquearan las ruinas de Nimrud, en Irak, los arqueólogos se afanan en reconstituir sus tesoros antiguos, convertidos en miles de fragmentos.
El sitio arqueológico, otrora joya de la corona del antiguo imperio asirio, fue arrasado por combatientes del Estado Islámico (EI) luego de que tomaran grandes sectores de Irak y la vecina Siria en 2014.
Las preciosas obras preislámicas destruidas por los yihadistas yacen en pedazos, pero los arqueólogos no temen la colosal tarea de rearmarlas.
"Cada vez que encontramos una pieza y la ponemos en su sitio original, es como un nuevo descubrimiento", comenta a AFP Abdel Ghani Ghadi, un especialista de 47 años que trabaja en el lugar.
Más de 500 piezas han sido halladas hechas añicos en la zona, a unos 30 km de Mosul, la ciudad del norte de Irak donde el EI estableció la capital de su autoproclamado "califato".
Una excavación minuciosa a cargo de los arqueólogos iraquíes ha permitido recuperar más de 35.000 fragmentos.
Los científicos han tenido cuidado en rearmar los bajorrelieves, esculturas y losas decoradas que retratan criaturas míticas, las cuales adornaron el palacio del rey asirio Ashurnasirpal II hace casi 3.000 años.
Poco a poco se juntan las piezas del rompecabezas cubiertas por una lona verde.
La imagen de Ashurnasirpal II comienza a aparecer en un bajorrelieve junto a una figura con alas y barba, cabello crespo y una flor en la muñeca, a medida que la restauración devuelve los ricos detalles al grabado en piedra.
Otra pieza muestra a prisioneros esposados de territorios que se rebelaron contra el poderoso ejército asirio.
Tendidos de costado hay unos lamassus (retratos de deidades asirias con cabeza humana, cuerpo de toro o león y alas de ave), cerca de unas tabletas con textos en escritura cuneiforme.
- Operación compleja -
"Esas esculturas son el tesoro de Mesopotamia", expresa Ghadi.
"Nimrud es patrimonio de toda la humanidad, una historia que data de 3.000 años".
Fundada en el siglo XIII a. C., Nimrud alcanzó su apogeo en el siglo IX a. C. y fue la segunda capital del imperio asirio.
Videos de propaganda de EI mostraron en 2015 a los yihadistas destruyendo los monumentos con excavadoras, golpeándolos con picos o dinamitándolos.
Uno de esos monumentos era el templo de Nabu, el dios mesopotámico de la sabiduría y la escritura, de 2.800 años de antigüedad.
Los combatientes de EI destruyeron también el Museo de Mosul y la ciudad antigua de Palmira, en Siria.
El grupo yihadista fue derrotado en 2017 en Irak y el proyecto de restauración de Nimrud comenzó al año siguiente. Fue interrumpido por la pandemia del covid-19 y se reanudó en 2023.
Mohamed Kasim, del Instituto de Investigación Académica de Irak, dijo a AFP que "hasta ahora ha sido un proceso de recolección, clasificación e identificación".
Un 70% de las labores ha sido concluido en el sitio del palacio asirio, y queda un año de trabajo de campo antes de comenzar a todo vapor con la restauración, indica Kasim, quien advierte que se trata de una "operación compleja".
Su organización ha trabajado estrechamente con arqueólogos iraquíes, apoyando su esfuerzo por "rescatar" a Nimrud y preservar su riqueza cultural.
- Testamento de una era dorada -
Kasim cuenta que el delicado proceso de restauración requiere un conocimiento que no existía en Irak y "apoyo internacional", dada la magnitud de la "barbárica" destrucción en Nimrud.
Se trata de "uno de los sitios más importantes de la antigua civilización de Mesopotamia", según Kasim, y es un testamento de la era dorada del "arte y la arquitectura de la civilización asiria".
El sitio fue excavado inicialmente por arqueólogos en el siglo XIX y obtuvo reconocimiento internacional por las inmensas figuras de lamassus que fueron exhibidas en el Museo Británico de Londres y el Louvre de París.
Las ruinas atrajeron a figuras como la escritora británica Agatha Christie, que visitó el sitio con su esposo, un arqueólogo.
En una visita reciente a Nimrud, el ministro iraquí de Cultura, Ahmed Fakak al Badrani, exaltó el "difícil" trabajo realizado por los arqueólogos, al recoger piezas para compararlas con dibujos y fotos de las piezas que intentan reconstruir.
La enorme destrucción ha hecho imposible, al menos por ahora, determinar qué antigüedades fueron robadas por EI, según el ministro.
Badrani dijo que se necesitarán 10 años de trabajo duro para poder ver nuevamente en su integridad las maravillas del palacio del rey Ashurnasirpal II.
Ch.Hutcheson--NG