Inculpado por trama golpista, Bolsonaro denuncia "régimen autoritario" en Brasil
La corte suprema de Brasil comenzó este miércoles a analizar si juzga al exmandatario Jair Bolsonaro, imputado de intento de golpe de estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, una decisión que el ultraderechista atribuyó a un "régimen autoritario".
La fiscalía acusó el martes al expresidente, líder de la derecha opositora en Brasil, de encabezar una organización criminal para impedir la asunción de Lula tras ganarle las elecciones en 2022.
También afirmó que Bolsonaro "aceptó" un plan para matar al izquierdista.
Las acusaciones contra Bolsonaro, de 69 años, y contra 33 de sus colaboradores, se dan mientras presiona por anular una inhabilitación política que le impide concurrir a las elecciones presidenciales de 2026.
El juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, indicó este miércoles que abrió un plazo de 15 días para que la defensa se pronuncie sobre las acusaciones, primer paso para determinar si abre un juicio.
Bolsonaro fue acusado principalmente de "golpe de Estado", "tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho" y "organización criminal armada" para impedir la asunción de Lula en enero de 2023.
De ser hallado culpable por estos delitos, puede enfrentar hasta unos 40 años de prisión, de acuerdo con el Código Penal.
El ultraderechista niega las acusaciones.
"Todo régimen autoritario, en su ansia de poder, necesita fabricar enemigos internos para justificar persecuciones, censuras y detenciones arbitrarias", escribió el martes en la red social X en su primera reacción.
"El manual es bien conocido: fabrican acusaciones vagas, dicen estar preocupados por la democracia o la soberanía y persiguen opositores", siguió el exmandatario, que citó a países como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
- "Ayuda" de Trump -
El presidente Lula dijo que Bolsonaro y los demás acusados deberán "pagar por el error" si la justicia los halla culpables.
Bolsonaro está inhabilitado hasta 2030 por haber desinformado sobre el sistema de votación. Pero confía en revertir su situación con la ayuda, dijo, de su aliado, el presidente estadounidense, Donald Trump.
Este miércoles, la empresa de medios de Trump presentó una demanda en Florida contra el juez Moraes por haber tomado decisiones sobre cuentas en redes sociales que equivalen a "censura".
Antes de la acusaciones, Bolsonaro había llamado a sus seguidores a manifestarse en varias ciudades el 16 de marzo en contra de Lula.
Entre los imputados por la fiscalía, figuran también el exministro de Defensa y candidato a vicepresidente con Bolsonaro, Walter Braga Netto; el exdirector de inteligencia Alexandre Ramagem, el excomandante de la Marina Almir Santos, el exministro de Justicia Anderson Torres, y Mauro Cid, ex mano derecha del expresidente, quien tiene un acuerdo de colaboración premiada.
Algunos como Braga Netto están presos.
- La asonada, "último intento" -
Según la fiscalía, que se basó en un informe policial publicado en 2024 luego de una investigación de dos años, la organización tenía el objetivo de "no dejar el poder, o volver a él, por la fuerza, amenazada o ejercida, contrariando el resultado de la voluntad popular en las urnas".
La trama golpista no se consumó por falta de apoyo institucional de los altos mandos del Ejército, de acuerdo con la investigación.
La fiscalía también afirmó que Bolsonaro tuvo "conciencia" y "aceptó" un plan llamado "Puñal verde y amarillo" de miembros de las fuerzas armadas que preveía el asesinato de Lula.
Los acusados hicieron "un último intento" el 8 de enero de 2023, cuando simpatizantes de Bolsonaro atacaron las sedes de los poderes en Brasilia, "incentivados" por el expresidente y sus colaboradores.
Según la defensa de Bolsonaro, "no se encontró ningún elemento" que conectara al expresidente "con la narrativa construida" por sus acusadores.
Ya inhabilitado, el líder ultraderechista "pierde fuerza como articulador político" en la derecha brasileña, estimó el analista Sergio Praça.
El ultraderechista "puso a los militares en puestos clave para dar el golpe y beneficiarse, pero gracias a Dios no funcionó", dijo a la AFP Jorge Souza, de 69 años, en Sao Paulo.
"Hay personas que cometieron cosas peores que están libres, como Lula que fue presidente y es un expresidiario", apuntó Edson da Silva, un dibujante de 53 años.
Lula, de 79 años, estuvo preso 580 días por corrupción entre 2018 y 2019, antes de que sus condenas fueran anuladas y sus derechos políticos restituidos.
Los expertos no esperan que el ultraderechista sea apresado en el corto plazo.
"No parece presentar ninguno de los requisitos de una prisión preventiva (...) Debe responder al proceso en libertad", explicó a la AFP el abogado penalista Leonardo Pantaleao.
Ch.Buidheach--NG