Nottingham Guardian - En el codiciado Extremo Norte, Canadá refuerza posiciones para no perder terreno

En el codiciado Extremo Norte, Canadá refuerza posiciones para no perder terreno
En el codiciado Extremo Norte, Canadá refuerza posiciones para no perder terreno / Foto: Sebastien ST-JEAN - AFP

En el codiciado Extremo Norte, Canadá refuerza posiciones para no perder terreno

"Los ojos de todo el mundo están clavados hoy en el Norte". En las manos del general de brigada canadiense Daniel Rivière hay un mapa redondo centrado en el Ártico. Antaño considerado un simple desierto helado, esta región se ve ahora como una nueva frontera.

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Con el deshielo, las apuestas geopolíticas, económicas y estratégicas se intensifican, y hay muchos actores implicados -Rusia, Estados Unidos, China-, explica el hombre que comanda la Fuerza de Tarea Conjunta en el Extremo Norte canadiense.

Esta nueva realidad es un verdadero reto para Canadá, ya que la zona representa el 40% de su territorio y el 75% de su litoral. En este contexto, Ottawa acaba de anunciar un refuerzo de su presencia militar y diplomática.

Es vital que Canadá no se quede atrás, afirma Rivière, porque "el Paso del Noroeste se va a convertir en una arteria comercial de primer orden" y además está "el cambio climático, el mayor peligro en estos momentos".

En juego están el acceso al petróleo, el gas y los minerales, así como los recursos pesqueros.

El gobierno canadiense está estudiando el despliegue de nuevos buques patrulleros y destructores, rompehielos y submarinos capaces de operar bajo los casquetes polares, así como un mayor uso de aviones y drones.

Todo este costoso equipamiento tiene que adaptarse a condiciones extremas.

En los enormes hangares de Yellowknife, justo debajo del Círculo Polar Ártico, donde se encuentra la base general del ejército canadiense para el Extremo Norte, hay aviones capaces de aterrizar en un lago helado, equipos diseñados para filtrar el agua salada de la capa de hielo y tiendas especialmente diseñadas para temperaturas de -50º C.

"Nuestros ejercicios sirven para afirmar la soberanía de nuestras fronteras y de nuestro territorio, y también para transportar recursos", explica a la AFP Marlon Mongeon mientras pilota un Twin Otter, un avión utilizado para transportar material.

Abajo, grandes extensiones de nieve hasta donde alcanza la vista, poca presencia humana, muchos bosques y lagos helados.

- "Los ojos y oídos de Canadá" -

Para vigilar esta zona, el gobierno, que solo cuenta con un puñado de bases militares, recurre también a un modelo único: los Rangers canadienses.

Algunos piden que se aumente su número. Apodados "los ojos y oídos de Canadá en el Norte", estos grupos de reservistas están instalados por todo el Ártico en comunidades remotas y actúan como puntos de apoyo del ejército.

Su tarea: vigilar más de 4 millones de kilómetros cuadrados y compartir sus conocimientos sobre la supervivencia en esta zona inhóspita.

Llevan patrullando las regiones más remotas del país desde el comienzo de la Guerra Fría, a finales de los años 40', cuando los militares se dieron cuenta de que el Ártico era un punto de acceso vulnerable.

"Para el ejército canadiense, los Rangers representan la posibilidad de disponer de una fuerza de reserva en cada comunidad capaz de intervenir rápidamente", explica Paul Skrypnyk, del 1er Grupo de Patrulla de Rangers canadiense.

"Las cosas pueden ir muy mal muy rápidamente en el Ártico, por lo que contar con gente que conozca la región es muy importante, incluso vital", añade Les Paulson, también miembro de los Rangers.

Sobre todo a medida que el hielo se derrite, el Paso del Noroeste -la ruta marítima que une los océanos Atlántico y Pacífico a través del archipiélago ártico canadiense- se hace cada vez más accesible.

El aumento del tráfico, incluido el turístico, también está obligando a Canadá a revisar su capacidad de despliegue en la zona en caso de un accidente o emergencia.

Por eso, en Yellowknife se está intensificando la formación para preparar operaciones de gran envergadura en el Extremo Norte. Uno de los requisitos es saber cómo reaccionar en caso de caída en aguas bajo cero.

Para Thomas Clarke, miembro de los Rangers, todavía empapado tras su salto a un agujero en el hielo, es importante no olvidar que "la Madre Naturaleza es la mayor amenaza hostil" en el Extremo Norte.

N.Handrahan--NG