Nottingham Guardian - Batalla legal en EEUU en torno a estudiante propalestino de Columbia

Batalla legal en EEUU en torno a estudiante propalestino de Columbia
Batalla legal en EEUU en torno a estudiante propalestino de Columbia / Foto: Kena Betancur - AFP

Batalla legal en EEUU en torno a estudiante propalestino de Columbia

Los abogados del gobierno estadounidense presionaron el viernes para que el caso de Mahmoud Khalil, un líder de las protestas propalestinas en la Universidad de Columbia detenido con vistas a su deportación, se traslade a un tribunal más afín a la política antiinmigración de Donald Trump.

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Khalil fue detenido en Nueva York, donde reside, y trasladado a Luisiana (sur) a principios de marzo. Desde entonces se desató una guerra judicial y el inicio de una serie de detenciones y revocación de visado de otros estudiantes que participaron en las protestas para denunciar la guerra de Israel en Gaza.

El gobierno no ha acusado a Khalil de infringir ninguna ley, sino que ha ordenado su expulsión y la cancelación de su residencia permanente por considerar que socava la política exterior estadounidense.

En una vista en un tribunal de Nueva Jersey este viernes, el abogado de Khalil Baher Azmy acusó al gobierno de "adoptar un argumento jurisdiccional que suena a represalia".

Por su parte, el abogado del gobierno August Flentje defendió que "el caso pertenece a Luisiana (sur)", donde está detenido para su deportación, y que es visto por los defensores de los derechos humanos como más proclive a las políticas antiinmigratorias de Trump.

El juez debe emitir todavía una decisión.

Khalil no estuvo presente en la vista, pero su esposa Noor, que está a punto de dar a luz al primer hijo de la pareja, asistió con varios simpatizantes.

Fuera del tribunal, se congregaron decenas de personas para apoyar a Khalil con banderas palestinas y pancartas. Uno de los organizadores, que no quiso dar su nombre, advirtió: "Vamos a luchar contra esta caza de brujas".

Su detención ha desatado la indignación de los críticos con la administración Trump, así como de los defensores de las libertades fundamentales, que consideran que el fin último es amordazar la libertad de expresión.

El departamento de Estado ha revocado el visado de unos 300 estudiantes por participar en protestas propalestinas, según su titular Marco Rubio.

Entre ellos, la estudiante turca de la Universidad de Tufts, Rumeysa Ozturk, o la surcoreana con permiso de residencia permanente en Estados Unidos a donde llegó a los 7 años, Yunseo Chung, que estudia en Columbia.

Un vídeo divulgado en las redes sociales muestra la detención por varios agentes de paisano con el rostro cubierto de la estudiante turca Ozturk esta semana en Massachusetts (noreste), por haber publicado un artículo propalestino en la revista de Tufts, donde cursa un doctorado.

Varios profesores universitarios demandaron al gobierno de Trump el martes en Massachusetts, al alegar que esta campaña contra estudiantes extranjeros es ilegal.

- "Miedo" -

Tras esta serie de detenciones, muchos estudiantes que participaron en las manifestaciones no ocultan su "miedo".

"Nada te protege" dice una estudiante de origen latino con nacionalidad estadounidense que participó activamente en las protestas del año pasado para pedir un alto el fuego en Gaza y exigir a la Universidad de Columbia que dejara de invertir en intereses israelíes.

"Tomo precauciones, miro si alguien me está siguiendo. Antes no temía dejar la puerta abierta (sin llave) de mi departamento, ahora la cierro por si algún agente entra a revisar mis cosas...", dice a la AFP.

La Universidad de Columbia se ha convertido en un búnker: las puertas están cerradas a personas ajenas al campus, los estudiantes tienen que presentar su identificación y la presencia policial en los alrededores es numerosa.

Trump ha anunciado recortes en las ayudas federales a las universidades, de 400 millones de dólares en el caso de Columbia. Para intentar recuperarlos, la institución ha aceptado cumplir las exigencias de la administración.

Entre las medidas se encuentran la presencia en el campus de decenas de agentes de seguridad con poderes para detener a "agitadores" que promuevan un "ambiente inseguro u hostil al trabajo", la prohibición de llevar el rostro cubierto y revisar la oferta de estudios regionales, en particular los relacionados con Oriente Medio e Israel, entre otras.

O.Ratchford--NG