Nottingham Guardian - Importar juguetes "Made in China" a EEUU se volvió una odisea por los aranceles de Trump

Importar juguetes "Made in China" a EEUU se volvió una odisea por los aranceles de Trump
Importar juguetes "Made in China" a EEUU se volvió una odisea por los aranceles de Trump / Foto: Leandro Lozada - AFP

Importar juguetes "Made in China" a EEUU se volvió una odisea por los aranceles de Trump

Josh Staph teme que los estantes de su juguetería en Estados Unidos comiencen a verse vacíos en los próximos meses a raíz de los aranceles del presidente Donald Trump, ya que buena parte de su inventario de productos es "Made in China".

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"Todo se está paralizando", consideró este director ejecutivo de Duncan Toys Company, que tiene un almacén en el estado de Indiana.

Con los productos chinos ahora sujetos a un severo arancel del 145%, dijo que ya dejó de importar mercancía a Estados Unidos.

Casi 100 días después del regreso de Trump a la Casa Blanca, las empresas estadounidenses luchan por adaptarse a la cambiante política comercial.

La industria de los juguetes, valorada en 40.000 millones de dólares y que depende en gran medida de la producción en China, se ha visto gravemente afectada, contaron estas compañías a la AFP.

De los más de 17.000 millones de dólares en juguetes importados a territorio estadounidense el año pasado, más de 13.000 millones procedían de China.

Toda la gama de productos de Duncan se diseña y desarrolla en Estados Unidos, pero casi todos los juguetes se ensamblan en China, según Staph.

Las fábricas en el gigante asiático han desarrollado capacidades de producción complejas para hacer artículos como sus yo-yos más vendidos.

Staph explicó que la mayoría de jugueterías estadounidenses suspendió los pedidos desde que Trump impuso nuevos aranceles a muchos productos procedentes de China.

La medida aumentó el gravamen que pagan las empresas estadounidenses cuando importan juguetes de fabricación china, desde peluches hasta figuras de acción, del 0% al 145%.

"Es bastante debilitante", añadió Staph. "Como líder empresarial, tras 100 días de gobierno, diría que lo más difícil es la incertidumbre".

Reconoce que para él "es difícil elaborar cualquier tipo de estrategia y seguir un plan" cuando "las cosas cambian casi a diario".

- "Una pesadilla" -

Rita Pin Ahrens, quien gerencia tres tiendas de juguetes, comenzó a recibir en marzo "recargos arancelarios" del 15% al 25%. Prevé que aumenten al 145%.

Muchos de los miles de artículos que vende se traen de lugares como China o se fabrican parcialmente allí.

Sin embargo, "estamos tratando de minimizar el costo para nuestros consumidores", aseguró.

Por el cambio, tuvo que posponer compras que se encarecieron y abastecerse antes de que entren en vigor los aranceles. También han comenzado los retrasos en los envíos.

"Ha sido una auténtica pesadilla", lamentó. "Estoy realmente muy preocupada por si realmente podremos mantener la tienda".

Muchas marcas estadounidenses son pequeñas empresas con un flujo de caja limitado, explicó Greg Ahearn, director ejecutivo del grupo industrial The Toy Association.

Tienen dificultades para pagar gravámenes repentinos sobre contenedores de juguetes que habrían sido ya fabricados.

Al otro lado del mundo, "la producción de juguetes prácticamente se ha detenido en China", afirmó.

- "Navidad difícil" -

Staph, de Duncan Toys, asegura que las productos para abastecer durante las fiestas de fin de año a tiendas estadounidenses como Target y Walmart aún no han ingresado al país.

Normalmente, los juguetes producidos en primavera llegan durante el verano y se empiezan a enviar en otoño, cuando las tiendas se preparan para el frenesí de las compras navideñas. Alrededor del 90% del inventario proviene del extranjero.

"Si esto no se soluciona en 30 a 60 días, será una temporada navideña realmente difícil, con estantes vacíos en muchos de los principales minoristas", advirtió Staph.

Si los aranceles siguen vigentes, "el precio de los juguetes disponibles probablemente duplicará o más al del año pasado", anticipó Ahearn, de Toy Association.

Si bien Estados Unidos fabrica algunos juguetes, muchos requieren mano de obra y tomará años expandir la base manufacturera local, según Ahearn.

Por ejemplo, el proceso de moldeo por inyección para producir en serie muchos artículos requiere herramientas extremadamente grandes y pesadas, imposibles de trasladar y que deben instalarse desde cero.

Las empresas estaban dispuestas a sortear el arancel adicional del 10% que Trump impuso a las importaciones chinas en febrero por la presunta participación del gigante asiático en la cadena de suministro de fentanilo.

Sin embargo, Trump lo elevó en marzo al 20% y en abril al 145%.

Staph espera que la industria de los juguetes pueda obtener exenciones.

"Los juguetes son importantes para el desarrollo infantil", añadió Ahrens, y recordó que el sector fue eximido de los impuestos aduaneros en el primer gobierno de Trump.

"Insto sinceramente al presidente a que lo vuelva a hacer".

T.M.Kelly--NG