Corea del Sur cambia de estrategia frente al aumento de contagios por ómicron
Corea del Sur anunció el miércoles que va a dejar de lado su política sanitaria de "rastrear, hacer test y tratar", en un momento en que la variante ómicron se extiende y está poniendo en la cuerda floja al sistema sanitario.
Cuando se declaró la pandemia, a principios de 2020, Corea del Sur registró una de las peores situaciones sanitarias del mundo que logró controlar gracias a test masivos y a un rastreo activo de los enfermos y sus contactos.
Esta estrategia hizo que el país fuera elogiado internacionalmente, pero Seúl decidió poner punto final a esta estrategia tras haber superado el millón de casos durante el pasado fin de semana, debido a la rápida transmisión de la variante ómicron.
La política sanitaria actual "es difícil de mantener debido a los medios limitados" y a los "altos costes sociales y económicos" que genera, dijo Sohn Young-rae, responsable de los servicios de salud.
Corea del Sur registró el martes 49.567 nuevos casos.
Las nuevas medidas que se aplicarán van a concentrarse en proteger a las personas más vulnerables, según las autoridades.
El objetivo será diagnosticar y tratar a los grupos de alto riesgo para "evitar el hundimiento de las estructuras sanitarias y el deterioro de las actividades sociales y económicas", según Sohn.
Un 85% de los 52 millones de habitantes de Corea del Sur han recibido dos dosis de la vacuna contra el covid-19, según las autoridades sanitarias.
W.Murphy--NG